Matt Kuchar y Gary Woodland no tienen el renombre de otros compatriotas como Tiger Woods o Mickelson, pero han dado la sorpresa y han conseguido la vigésimo cuarta Copa del Mundo para los Estados Unidos, después de once años en blanco en esta competición, al imponerse a los ingleses y alemanes en la última jornada en la modalidad de foursomes en el recorrido Blackstone de Mission Hills con -24. Muy compenetrados, con actitud muy positiva y con grandes esfuerzos, esta pareja reivindican la importancia que ya tuvo este título para su país, por donde pasaron jugadores de la talla de los ya nombrados Woods, Mickelson, Duval o Furyk, que dejaron paso a jugadores de menor caché, como los poco recordados Bob Tway o John Merrick. Quizás una llamada de atención sobre una competición de futuro incierto ante la marcha de su mayor patrocinador, Omega, que casualmente centrará sus esfuerzos en el mercado estadounidense.
Nuestros representantes, Álvaro Quirós y Miguel Ángel Jiménez, estuvieron al acecho del título, al menos en las dos primeras jornadas, ya que en sábado fue algo accidentada para la pareja de andaluces. En esta última jornada se resarcieron con dos birdies consecutivos, quedando finalmente en novena posición a cinco golpes del líder, dejando claro ser una pareja bien compenetrada y muy a tener en cuenta en futuras competiciones.