George O’Grady, director ejecutivo del European Tour ha declarado “El European Tour se ha implicado al máximo en el proceso de consultas que culminó el 28 de febrero y lo valora sobremanera. Nuestros miembros apoyan el papel único que desempeñan los organismos rectores al formular las Reglas del Golf”, lo que no es ninguna sorpresa, y deja solo ante el peligro al PGA Tour, único circuito profesional que no está por la prohibición de los putters largos o el anclado de un palo al ejecutar un golpe bajo.
Así pues al bando del R&A, del USGA, y de los recién sumados Ladies European Tour y la British Professional Golfer’s Association, se une el European Tour que aceptan la propuesta sobre la regla 14-1b, que tiene como fecha de ejecución el 2016.
Las razones esgrimidas por el PGA Tour son el tiempo que llevan usándose y estando permitidos en los circuitos profesionales y el proceso de adaptación de algunos golfistas profesionales, como Bradley o Simpson al putter tradicional. El uso del putter largo está mucho más extendido por Estados Unidos que por Europa, donde cuyo uso se concentra en jugadores seniors y en un número reducido, por lo que la resistencia del circuito norteamericano por excelencia es comprensible y respetable.