David Horsey dominaba el Made in Denmark desde los primeros compases del torneo pero la ronda final se presentaba emocionante cuando el inglés vio peligrar su liderato debido a su descenso en la calidad de juego. A pesar de presentar una tarjeta final de 73 golpes, Horsey alcanzaba su cuarta victoria en el European Tour con dos golpes de ventaja sobre sus más directos rivales.
El inglés comenzaba el torneo disputado en el Himmerland Golf & Spa Resort con 63 impactos para sobrevolar el recorrido y tomar la cabeza de clasificación. En la segunda ronda, su tarjeta presentaba 67 golpes; uno más necesitaría en la tercera ronda. Un nivel de juego suficientemente bueno como para soñar en una gran victoria.
La realidad sería muy diferente. Hasta el punto en el que Horsey perdía brevemente el primer puesto en la tarde del domingo.David Horsey comenzaba el día con una ventaja de un golpe sobre Terry Pilkadaris que le daría alcance con un birdie en el segundo, pero Horsey recuperó la ventaja en el tercero con un birdie frente al par del australiano.
Pilkadaris volvía al ataque en el sexto con birdie frente al par del líder, que encontraría el bunker en el séptimo para firmar su primer bogey en 41 hoyos disputados, y perder la primera posición en el Made in Denmark.
Pilkadaris enlazaría dos bogeys en el octavo y noveno hoyo, mientras que Søren Kjeldsen escalaba posiciones con una primera vuelta de 33 golpes, formando parte del grupo perseguidor con 11 bajo par, que esperaban el error de los cabeza de clasificación.
Horsey y Pilkadaris empataban entre sí con cuatro pares consecutivos antes de que un par de bogeys en el 14 dejara la puerta abierta para un ataque decisivo de Kjeldsen.
Un doble bogey en el 15 de Pilkadaris daba una ventaja de dos golpes a Horsey, pero el inglés no tomaría mucha distancia firmando bogey en el 16 con tres putts en menos de nueve metros.
El danés Kjeldsen, en volandas de mano del público local, tenía la oportunidad en el último hoyo del torneo, pero encontraba un bunker desde la salida y firmaba un bogey que daba la victoria a Horsey a pesar del 68 que el danés presentaba en su tarjeta, que le valía una segunda plaza compartida con el australiano Daniel Gaunt y el sueco Kristoffer Broberg , que desde los comienzos de la ronda final parecía dispuesto a arrebatar la victoria a Horsey. Cuatro birdies consecutivos en sus primeros nueve hoyos, además de un birdie en el octavo, y cuatro birdies en los últimos nueve hoyos, batiendo el record del campo con un brillante 62, demostraban el alto nivel de juego de Kristoffer Broberg.