Matt Kuchar comenzaba la jornada final del RBC Heritage ha cuatro golpes de desventaja de un resurgido Luke Donald, y si bien se puede pensar que se trataba de una ventaja suficiente, hay que tener en cuenta que Kuchar ha conseguido top 5 en los últimos cinco torneos en os que ha participado. Y si uno de estos torneos es el Masters de Augusta, hay que prestar más atención a este jugador estadounidense de treinta y cinco años cuando se encuentra en los puestos de cabeza.
Si la victoria se le ha escurrido entre los dedos se debe a un factor muy importante; cerrar los torneos. Si bien ya nos hemos acostumbrado a su swing, con el que ha ganado Players y el World Golf Championship y ha estado en los primeros puestos de torneos relevantes y majors disputados, Kuchar parece flaquear ante la presión de los últimos hoyos.
Y así llegaba al 17 de la última jornada del RBC Heritage. Dejaba su bola a un par de metros del hoyo y parecía claro que saldría de ese green con un birdie y colocarse con -7. Un golpe relativamente fácil para un profesional de su talla. Su bola tomó otra trayectoria a la deseada pasando bastante lejos de su destino original y terminaba firmando un bogey en la recta final de su persecución del británico Luke Donald, que se libraba un poco de la presión a un solo hoyo.
En el 18, el proceso de autodestrucción de Kuchar continuaba y enviaba su bola al bunker. Parecía que la victoria volvería a ser esquiva, o más bien, Matt Kuchar esquivaría la victoria, pero hubo un cambio de actitud sobre la arena de ese bunker. Una excelente sacada y su esfera blanca rodaría por el green para terminar en el agujero y acabar con las aspiraciones de Donald a recuperar la senda de la victoria en un torneo dominado por el viento y en el que el inglés entregaba una tarjeta con 70 golpes que no fueron suficientes.