Matt Kuchar y Gary Woodland no tienen el renombre de otros compatriotas como Tiger Woods o Mickelson, pero han dado la sorpresa y han conseguido la vigésimo cuarta Copa del Mundo para los Estados Unidos, después de once años en blanco en esta competición, al imponerse a los ingleses y alemanes en la última jornada en la modalidad de foursomes en el recorrido Blackstone de Mission Hills con -24. Muy compenetrados, con actitud muy positiva y con grandes esfuerzos, esta pareja reivindican la importancia que ya tuvo este título para su país, por donde pasaron jugadores de la talla de los ya nombrados Woods, Mickelson, Duval o Furyk, que dejaron paso a jugadores de menor caché, como los poco recordados Bob Tway o John Merrick. Quizás una llamada de atención sobre una competición de futuro incierto ante la marcha de su mayor patrocinador, Omega, que casualmente centrará sus esfuerzos en el mercado estadounidense.
Un triunfo con gran esfuerzo, pero bien asentado sobre la desafortunada actuación del equipo norirlandés en la recta final, que venían desarrollando un excelente juego en jornadas anteriores. Rory McIlroy y Graeme McDowell cometieron varios fallos en el green y mostraron poco precisión en el juego largo.No supieron mantener el liderato y cayeron a la cuarta posición junto a otras parejas en principio, favoritas, en el recorrido chino de Mission Hills Golf Club como eran la formada por Charl Schwartzel y Louis Oosthuizen por Sudáfrica, los australianos Richard Green y Brenan Jones, que comenzaron dando muy buenas sensaciones, o los escoceses Stephen Gallacher y Martin Laird.
Ian Poulter y Justin Rose en representación inglesa y Martin Kaymer y Alex Cejka conformando el equipo alemán pusieron las cosas difíciles a los norteamericanos, aunque finalmente, quedaron a 2 golpes de los vencedores.
Nuestros representantes, Álvaro Quirós y Miguel Ángel Jiménez, estuvieron al acecho del título, al menos en las dos primeras jornadas, ya que en sábado fue algo accidentada para la pareja de andaluces. En esta última jornada se resarcieron con dos birdies consecutivos, quedando finalmente en novena posición a cinco golpes del líder, dejando claro ser una pareja bien compenetrada y muy a tener en cuenta en futuras competiciones.