Llegaba la jornada final del The Greenbrier Classic en The Old White TPC y Ángel Cabrera salía en la compañía de Billy Hurley III, inexpugnable durante las tres jornadas anteriores, y quien partía con la ventaja de tres golpes sobre el argentino. Visto el nivel del estadounidense, Cabrera tendría que dar el máximo, o al menos igualar el juego desplegado en la jornada del sábado saldada con 64 golpes, para obtener su primera victoria en el PGA Tour desde el Masters de Augusta de 2009.
La sorpresa llegaba a ambos jugadores en su quinto hoyo, cuando el liderato pasaba a manos de George McNeill que recorría el campo con 61 golpes y que contaba con -14 en el cómputo total.
Hurley III abría con birdie en el hoyo 1, pero no sería un juego continuista e iría desinflándose según firmaba bogeys en los siguientes cinco hoyos, por lo que su respuesta a McNeill era prácticamente inviable. Hurley quedaría relegado a la cuarta plaza con una tarjeta en la ronda final de 73 impactos.
Así, McNeill solo tenía a Cabrera como rival por un título que perdía interés al enterarse que su hermana, aquejada de cáncer, fallecía mientras McNeill se encontraba en el recorrido. El argentino necesitaba al menos dos birdies en sus últimos nueve hoyos para alcanzar la cabeza de clasificación y alzarse con la victoria. Alcanzaba este objetivo con birdies en el 11 y el 12, y alzaba el brazo en el 13 tras cerrar con un espléndido eagle, que le daba una ventaja de tres golpes, ventaja que perdería tras dos bogeys consecutivos. Volvería a la senda del birdie en el 17 con un putt extralargo. Cabrera estuvo sólido desde el tee, preciso con sus hierros y mortal con el putter y presentaba finalmente una tarjeta de 64 impactos, válidos para una victoria esperada durante cinco años.
«Esta fue una gran oportunidad», dijo Cabrera en castellano y traducido por intérprete y entrenador Charlie Epps. «Yo quería. Tenía que ganar este torneo. Mantuve el control hoy y no quería dejar que se me escapara. He confiado en mi swing, y me siento confiado mentalmente»», dijo Cabrera.