Cuando Jon Rahm pinchaba la bola en el tee del hoyo 1, a las 14:00 horas, el francés Matthieu Pavon había concluido ya su segunda jornada reafirmando la condición de líder adquirida en la primera ronda.
Ocho más tres igual a once bajo par era la sólida propuesta del golfista galo para Jon Rahm y para el conjunto de participantes del ACCIONA Open de España presented by Madrid, que ha alcanzado su ecuador despejando algunos interrogantes para suscitar a su vez nuevas dudas.
Entre ellas, la de mayor calado, en respuesta al generalizado sentimiento de los aficionados que le siguen, es saber si la extraordinaria capacidad de reacción de Jon Rahm, que tan excelentes réditos le ha generado en tantas ocasiones, se pondrá de manifiesto en los 36 hoyos que restan de competición.
El golfista vasco no desplegó en la segunda jornada la magia que le caracteriza. Ya lo plasmó en el hoyo 1, a las 14:09 horas, cuando rubricó bogey tras enviar de salida la bola a la derecha, entre los árboles, recuperar con acierto y fallar luego, por centímetros, un putt comprometido.
A trancas y barrancas, muchas más veces por escasos centímetros, la bola se negaba a entrar, manteniendo a Jon Rahm ajeno a esos birdies tan necesarios para emprender la reacción en los siguientes hoyos. La muesca positiva, por fin, se plasmó en el hoyo 7 tras varios intentos infructuosos.
El semblante de Rahm, serio, dejó traslucir ligeramente la satisfacción del reto conseguido, pero fue un espejismo en el marco de una ronda donde la desesperación se fue instalando en una actuación donde los deseos de hacerlo bien se quedaban lejos de esa machacona realidad imperante en el marcador, 72 golpes, -3 al total.
“Muy pocas veces en mi carrera me ha ocurrido lo de hoy, pero ¿a cuántos golpes estoy del líder? ¿A 8? Se puede ganar”, manifestó un Jon Rahm muy tocado, pero repleto del carisma y el orgullo del gran campeón.
Sin gasolina por parte de Rahm, el protagonismo español se trasladó de bando. Alfredo García Heredia, un jugador que habitualmente brilla con fuerza en los Open de España, concentró aquello que el vasco buscaba sin acierto: los birdies. El asturiano los acumuló a borbotones, siete en total sin fallo para erigirse en la mejor vuelta del día, un arreón importante a sus opciones de soñar con algo verdaderamente importante dentro de dos días, de momento desde la cuarta plaza.
El corte provocado al manipular una puerta en la primera jornada y la molestia que esa herida le generaba en la mano constituyó un acicate para un jugador con sueños de altos vuelos. “A ver qué pasa, estoy jugando bien y no descarto nada”, decía García Heredia con brillo en los ojos, rememorando sin duda esa sexta posición que le distinguió como el mejor español ‘out of Rahm’ en la última edición. “Quiero mejorarlo”, avisa con una mezcla de prudencia y entusiasmo.
Las buenas noticias españolas también llegaron de la mano de dos madrileños, Alejandro del Rey y Gonzalo Fernández Castaño, pujante juventud y veterana experiencia. El primero de ellos, séptimo con 7 bajo par, constituyó un ejemplo de solidez, mientras que el segundo se brindó, como el mismo dijo tras concluir su sobresaliente actuación -decimonoveno, 66 golpes para -6 al total-, “el mejor regalo que podía hacerme”, palabras expresadas con una amplia sonrisa en el rostro para quien este viernes cumplía 43 años.
Pero aún hay más. Porque por detrás, a la expectativa, nombres importantes del golf español como Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui, Santiago Tarrío… también son alternativas plausibles en un torneo donde casi todo está por decidir.
La llave, de momento, la tiene el francés Matthieu Pavon, que se mantiene firme en lo más alto de la atalaya proclamando a los cuatro puntos cardinales que vuelve a la carga. El año pasado él fue, precisamente, desde la segunda plaza, el mejor jugador del torneo ‘out of Rahm’, ese jugador deslumbrante que no ha tenido el día, pero que hace ahora doce meses ejecutó una delirante actuación plasmada en título con récord de 25 bajo par.
Por si acaso, para que nadie se confíe, todavía resuenan sus declaraciones en el Club de Campo Villa de Madrid: “¿A cuántos golpes estoy del líder? ¿A 8? Se puede ganar“. Palabra de Rahm.
ANTE EL MICRÓFONO
Alfredo García Heredia (133 golpes, -9. Hoy, 64, -7): “Hoy de nota me pongo un 8”
”Hoy lo he pasado bien, porque generalmente cuando uno juega bien lo pasa bien. Llevo jugando muy bien las últimas cuatro semanas, desde que envié un vídeo a mi entrenador, Jorge Parada, y me dio un consejo. ¡Ya me lo podía haber dicho hace cuatro meses! (risas) Estos días ha estado conmigo por aquí y se nota, claro.
Vio que en la subido mi hombro izquierdo se iba un poco para atrás, y así se descompensaba a veces la bajada. Me lo dijo y desde entonces he jugado bien en Portugal, en Francia y ahora estos dos días. Son pequeños detalles que marcan la diferencia en la alta competición.
Del 1 al 10 hoy me pongo un 8. He tomado las decisiones correctas, he pegado sólido, he salvado situaciones complicadas,… Vueltas así merece la pena jugarlas.”
Álex del Rey (135 golpes, -7. Hoy, 67, -4): “He acabado muy frustrado los primeros nueve hoyos”
“He acabado bastante frustrado los nueve primeros hoyos porque he jugado bastante bien y… no es que haya pateado mal, porque creo que he tirado buenos putts, pero no han entrado. Ha sido una suma de ver mal caídas, fallarlas,… El caso es que no he metido nada en esos nueve primeros hoyos. El putt del 14 me ha molestado especialmente porque he pateado con dudas, saliéndome de la línea, y me he dicho que si quiero hacer un buen resultado tengo que confiar en lo que hago siempre. Iba al par jugando muy bien sin poder hacer mucho más de tee a green.
Luego el final ha sido otro: muy contento porque he sabido estar tranquilo y no salirme de la vuelta aun con lo mal que iba la cosa. Aquí en Madrid hay que hacer pocas para ganar. Hay que estar siempre en calle y coger los greenes, que se irán poniendo duros. Las banderas son exigentes, y dejarlas cerca desde el rough es muy complicado.”
Gonzalo Fernández-Castaño (136 golpes, -6. Hoy, 66, -5): “Me he ganado el derecho a soñar”
“Ha sido un día muy especial: mi cumpleaños, han venido mi mujer y mis hijas a verme, jugar aquí delante de tantos amigos y hacerlo bien,… ha ido todo genial. ¿Se puede decir que ha sido mi mejor vuelta en años? Pues posiblemente. Al principio iba muy centrado en estar dentro del corte, pero luego he empezado a sentirme muy cómodo en el campo y he visto que puedo estar ahí dándome opciones el fin de semana. Creo que me he ganado el derecho a soñar.
Noto que hay mucha gente deseando que lo haga bien. Este es mi club, y la gente me apoya, ¡incluso a pesar de los resultados de los últimos tiempos siguen confiando en mí! Eso es muy bonito.”
Jon Rahm (139 golpes, -3. Hoy, 72, +1): “Nunca había tirado tantos buenos putts sin meter ninguno”
”Nunca me había pasado en la vida algo así: tirar tantos buenos putts y que no entrase ninguno. Me han dolido muchos de los putts de la vuelta, los el 5, 6, 7, 8,… Putts que parecía que iban a entrar, bien tirados, pero nada. Estoy a ocho golpes del líder, pero nada está perdido. Si mañana me acerco al -10 podría darme una oportunidad, ¿por qué no? Mañana le puede pasar a otro golfista lo que me ha pasado a mí hoy.
Veremos mañana si llueve y el campo está más blando. Yo prefiero que esté duro, me viene mejor. Espero otro partido como hoy, con el público cerca. En ese sentido, para mí este torneo es como una Ryder Cup.”
ALREDEDOR DE GREEN
Corte y tarta para Gonzalo
El viernes no ha podido ser más redondo para Gonzalo Fernández-Castaño: ha firmado un vueltón -con tres birdies a los tres últimos hoyos para despedirse con buen sabor de boca-, ha jugado delante de su gente, ha pasado corte con solvencia y, de paso, ha celebrado en la mejor compañía, la de su familia, su 43 cumpleaños. Sus hijas le esperaron en el green del 9 con una sabrosa tarta que fue el postre de una vuelta magnífica.
Once españoles en el corte
A final son once los golfistas españoles que siguen en competición tras esta jornada taquicárdica para todos aquellos que se han movido en el filo. Además de los consabidos Alfredo García-Heredia (-9), Álex del Rey (-8), Gonzalo Fernández-Castaño (-6), Adrián Otaegui (-5), Pablo Larrazábal (-5) o el mismísimo Jon Rahm (-3), cabe mencionar que este fin de semana podremos seguir disfrutando de Santiago Tarrío (-4), Rafael Cabrera (-3), Víctor García Broto (-2), Adri Arnaus (-2) y Jorge Campillo (-2).
Matthieu Pavon, líder y del Betis
Matthieu Pavon quiere conseguir en el Club de Campo Villa de Madrid su primera victoria profesional, y de momento su camino es el adecuado. Es líder alcanzado el ecuador de la jornada con -11 al total. Once birdies, un eagle y sólo dos bogeys tienen la culpa de que este francés de 30 años sea la gran sorpresa del torneo.
¿Sorpresa? Relativamente, porque ya fue segundo en la edición del año pasado y porque viene jugando bien; no en vano fue sexto la semana pasada en el Alfred Dunhill Links Championship. Como dato anecdótico, cabe reseñar que Matthieu tiene un vínculo especial con España: su padre fue jugador de fútbol del Real Betis en los primeros años de este siglo.
Del banco al tee
No ha pasado corte, pero que le quiten lo ‘bailao’. Hace sólo un año, el marbellí Ignacio Gómez Osuna trabajaba en un banco, y hoy está en el Club de Campo Villa de Madrid compartiendo ‘player lounge’ con Jon Rahm, Pablo Larrazábal y compañía. ¿Cómo es posible? Decidió que quería darse una oportunidad como profesional y puso toda la carne en el asador. Y como talento le sobra, se marcó un 65 (-7) en la previa clasificatoria celebrada en el Centro Nacional de Golf con el que se hizo con un billete.
“Ha sido una experiencia increíble, ¡hasta he firmado autógrafos! He podido darle la mano a Jon Rahm, dar bolas junto a Justin Rose,… Espectacular. Dejarlo todo para darme la oportunidad de dedicarme a esto es la mejor decisión que he tomado en mi vida. A pesar del resultado, he visto que no estoy tan lejos de poder estar aquí”, nos contaba una vez finalizada la vuelta.