Dentro de las cuerdas: la experiencia agronómica en el Open Británico 2025 del Real Club de Golf Las Brisas

Paul Muñoz, director del RGC Las Brisas, nos cuenta cómo fue la experiencia de recorrer el campo sede del Open 2025 desde la mirada de quienes garantizan que el césped esté a la altura de los mejores del mundo.

El director del Real Club de Golf Las Brisas, Paul Muñoz, formó parte de la delegación española invitada por la Royal & Ancient para conocer de primera mano la preparación del Royal Portrush Golf Club durante el Open Británico 2025. Una experiencia técnica y exclusiva que permitió analizar los estándares de mantenimiento de uno de los torneos más exigentes del mundo y extraer aprendizajes aplicables al presente y futuro de Las Brisas.

Un viaje al corazón del Royal Portrush Golf Club

El Open Británico es mucho más que un torneo de golf: es una maquinaria perfecta donde cada detalle cuenta. Este año, un grupo de profesionales agronómicos españoles tuvo la oportunidad única de vivir el campeonato desde dentro, invitados por la Royal & Ancient. Entre ellos estuvo Paul Muñoz, director del RGC Las Brisas, que nos cuenta cómo fue la experiencia de recorrer el campo sede del Open 2025 desde la mirada de quienes garantizan que el césped esté a la altura de los mejores del mundo.

Una invitación de la R&A

La invitación se enclava dentro de la iniciativa que la Royal & Ancient ha puesto en marcha. Un programa de asesoramiento privado para un número limitado de campos de cada país —exceptuando Estados Unidos, donde esta labor la lleva la PGA—. En España, de la mano de Aloha Golf y luego con los equipos técnicos de Valderrama y Las Brisas, se organizó el viaje al Royal Portrush para observar de primera mano la preparación del campo.

Preparar un campo de campeonato

“Estar dentro de las cuerdas significó ver de cerca el setup de tees, greenes y calles, y entender cómo se mantiene la consistencia de juego a lo largo de toda una semana” Paul Muñoz destaca una diferencia clave con respecto a campos españoles: la climatología. En el norte de Irlanda, la hierba autóctona y el subsuelo original hacen que el mantenimiento sea más natural, y mientras en el sur de España el riego es un factor crítico, en Portrush lo esencial es el drenaje.

Detalles que marcan la diferencia

Aunque Paul acumula años de experiencia en grandes torneos, hubo aspectos que le sorprendieron: “Los greenes rodeados por gradas crean un microclima propio: menos viento, más temperatura y la necesidad de tratamientos específicos. Son cosas que no se perciben desde la televisión, pero cambian totalmente el trabajo agronómico”.

Un evento de dimensiones colosales

Más allá del césped, la magnitud del Open Británico impresionó al equipo. Con cifras que alcanzan entre 90.000 y 100.000 espectadores diarios, la organización logra gestionar accesos, aparcamientos y flujos de público sin apenas colas ni atascos. “La logística es brutal”, reconoce Paul.

Inspiración para los campos españoles

De la visita se trajeron ideas aplicables: “El asesoramiento de la R&A nos permite compararnos con los mejores del mundo, medir parámetros como velocidad, firmeza o consistencia de los greenes con herramientas como el GS3 Ball, y aplicar esas métricas de forma sostenible durante todo el año. Hoy, las expectativas de los golfistas se acercan a las de atletas de élite”.

Mirando al futuro

Las Brisas, con su marcado ADN en eventos internacionales, no esconde su interés en albergar competiciones de máximo nivel. “El gusanillo siempre está ahí. Dependemos de la decisión de los socios, pero si surge la oportunidad, estaremos preparados”, afirma Paul.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí