​​La RFEG, galardonada con un premio medioambiental de la Fundación Ana de Paz

Respaldado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente

La Real Federación Española de Golf ha sido distinguida con el premio ‘Paz por la Paz 2017. La Paz y el Agua’, otorgado por la Fundación Ana de Paz, una institución que anualmente otorga distinciones a otras fundaciones, instituciones públicas y empresas que hacen labores de cooperación y mecenazgo dentro y fuera de España y que, en esta ocasión, ha centrado uno de sus galardones en la importancia de la gestión de un bien fundamental y preciado, el agua.

La Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente, Isabel García Tejerina, fue la encargada de
​cerrar el evento celebrado en el salón de actos del propio Ministerio, avalando con su presencia la importancia de todos los reconocimientos.

Este premio destaca en particular la labor de la RFEG –en representación del conjunto del golf español– por las medidas medioambientales desarrolladas en el campo de golf del Centro Nacional y por su concienciación y aportación al mundo del deporte en general en favor de la naturaleza, el agua y la salud.

La distinción fue recogida por Rafael Nebreda, tesorero de la RFEG, quien aprovechó la ocasión para resaltar el papel fundamental del agua en la viabilidad de los campos de golf y la reconversión que realiza el golf a nivel medioambiental, integrando paisajes degenerados, como antiguos vertederos, en campos de golf, poniendo como ejemplo el propio Centro Nacional de Golf.

Reconocimiento a un deporte saludable que se practica en la naturaleza

“A la RFEG nos hace una gran ilusión ser distinguida con este premio por lo que supone de reconocimiento de la aportación que el mundo del golf realiza en favor de la naturaleza y de la salud. Porque el golf es salud”, comenzó diciendo en su alocución Rafael Nebreda.

“La RFEG y el mundo del golf somos plenamente conscientes de la importancia del agua, de que es bien escaso, y por ello tenemos verdadera obsesión de que su uso sea responsable y diligente. En ello ponemos todo el empeño”, continuó exponiendo el tesorero de la RFEG antes de relatar que en muchos ocasiones el mundo del golf reconvierte zonas perdidas de la naturaleza y las gana para uso y disfrute del ciudadano, ya sea mediante campos públicos, comerciales o privados.

El ejemplo de los terrenos donde se disputó la disciplina del golf en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 –anteriormente un estercolero– y su paralelismo con el Centro Nacional dio paso a la exposición de una serie de datos que, no por conocidos dentro del mundo del golf, son menos importantes para concienzar al conjunto de la sociedad.

Agua reciclada para el riego

“La gran mayoría de campos de golf en España utilizan agua reciclada para el riego, pagada religiosamente y cada vez más cara, por cierto, lo que en ocasiones dificulta o pone en peligro la viabilidad de las instalaciones”, manifestó Rafael Nebreda, quien resaltó la conciencia generalizada del mundo del golf español por ser lo más eficaces posibles en este sentido.

La transformación del vertedero en campo de golf donde está ubicado el Centro Nacional fue aprovechado para dar a conocer la importancia de los lagos –interconectados entre sí– como almacenes de recogida y de sobrante de agua y de la modificación del sistema de riego “que se centra en mucha menor superficie, lo que produce, con ello, un ahorro del 42% en consumo de agua, al margen de favorecer la biodiversidad, con presencia de numerosas especies de aves migratorias, ranas, autillos… incluso jabalíes procedentes del Monte de El Pardo”.

Un deporte que genera empleo y riqueza

Rafael Nebreda completó su alocución incidiendo en que “se puede jugar al golf en muchas partes de la geografía española a precios populares. Somos un colectivo de 270.000 federados que conforma además una industria que crea empleo en España y que incentiva, como atractivo turístico, la visita de un millón de personas anuales motivados fundamentalmente por el deporte del golf, lo que genera una riqueza de 2.000 millones de euros al conjunto de la sociedad”.

“Y para todo ello –concluyó Rafael Nebreda– se necesita agua, agua reciclada que hace posible conseguir las cifras mencionadas y que convierten a la hectárea regada de golf en más rentable que otros sectores de actividad”.

Evaluaciones de instituciones nacionales e internacionales

Numerosas instituciones nacionales e internacionales, como la R&A St. Andrews, han visitado en los últimos meses las instalaciones del Centro Nacional de Golf y otros campos para evaluar dichas actuaciones, expresando su conformidad con el trabajo realizado y con los efectos positivos en la sostenibilidad futura de los campos de golf.

La RFEG reitera que el agua es un bien de alto valor medioambiental pero muy escaso en la actualidad, por lo que resulta vital velar por el cumplimiento de un uso responsable y diligente, gestionando y mejorando la eficiencia del uso de agua reciclada en todas las instalaciones de golf.

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