Podríamos estar horas hablando de Valderrama como el mejor campo de europa continental, como uno de los mejores del mundo en cuanto a mantenimiento se refiere, como uno de los más exclusivos y un largo etcétera de cosas que han hecho que sea una de las mecas del golf en nuestro país y fuera de él. Pero Valderrama es mucho más que rankings y estadísticas. Cualquiera que lo visita por primera vez, y sobre todo si no juega al golf, percibe inmediatamente la diferencia, se respira historia y golf en el más puro sentido de la palabra. Así que, de una parte de esa historia queremos hablar hoy, de la historia del Volvo Masters en Valderrama.
Corría el año 1987 cuando, Mel Pyatt, director de Atalaya Golf recibió la visita de un alto cargo de la marca de automóviles Volvo, Carlerec Haggstrom y tras una partida le comentó que la marca sueca había llegado a un acuerdo con el European Tour para patrocinar un gran torneo de golf que sería el broche final del circuito y que habían pensado en él para capitanear el proyecto, acto seguido le mostró un listado de campos en los que habían pensado para albergar el evento y en el que, curiosamente no aparecía Valderrama.
Mel sorprendido, rápidamente sugirió el recorrido sanrroqueño pero la respuesta fue que, aun sabiendo que era un campo magnifico, quizás al ser muy privado no tendría interés en hospedar este tipo de torneo con tanta repercusión mediática.
Tras una llamada telefónica a su colega Derek Brown (entonces director de Valderrama), éste concertó una cita con el propietario del campo, Jaime Ortiz Patiño para exponerles el proyecto.
Tras las primeras reuniones, las posturas entre Jaime Ortiz-Patiño (propietario del campo) y Volvo, no parecían muy cercanas, el campo consideraba que había poco tiempo para preparar el campo y por parte de Volvo, por las infraestructuras de la zona en cuanto a carreteras, hoteles, comunicaciones, etc., a pesar de la insistencia de Mel Pyatt de que, el escenario de un torneo de esa magnitud solo se podría llevar a cabo en un gran campo de golf y que no podía ser otro que Valderrama.
Después de una visita al club con directivos de Volvo y Jaime Ortiz Patiño se llegó al consenso de que ese era el lugar idóneo para la celebración del Volvo Masters.
Mel, que aceptó el reto de capitanear el proyecto, tuvo que trabajar muy duro y a contrarreloj y Volvo estaba satisfecho con un escenario incomparable para su patrocinio de la gran final del Circuito Europeo. El resto es ya historia.
Valderrama inició con el Volvo Masters de 1988 una relación de auténtico lujo con el circuito europeo. Esta gran final, que coronaba al mejor de cada temporada y la Orden de Mérito del European Tour, se celebró durante 16 años en el mítico campo gaditano con la participación de los mejores jugadores del circuito.
Nick Faldo fue el primer campeón, al que le siguieron grandes figuras como Sandy Lyle (1992), Colin Montgomerie (1993, 2002), Bernard Langer (1994, 2002), Ian Poulter (2004), Paul McGinley (2005) o Justin Rose (2007), entre otros.
El torneo fue cambiando con el tiempo, comenzaron con 80 jugadores y con un corte a 50, luego a 54, después 66 jugadores y al final fueron 60. A la organización no le parecía justo para los jugadores que se habían clasificado durante todo el año para Volvo Masters, que solo jugaran la mitad del evento, y pensaron que todos debían tener la oportunidad de jugar las cuatro rondas, así que se acordó que no habría corte.
El evento se mantuvo en Valderrama Golf Club, a excepción de un período de cinco años, entre 1997 y 2001, cuando Montecastillo Golf Club fue la sede del torneo debido a la celebración en Valderrama de la Ryder Cup en 1997, el evento de golf más importante celebrado en nuestro país hasta la fecha y de dos ediciones del AMEX World Championship en 1999 y 2000, con la presencia de los mejores jugadores del mundo de la época.
El torneo volvió a su nombre original de “Volvo Masters” en 2005, habiendo sido conocido como el “Volvo Masters Andalucía” entre 2000 y 2003 por razones de patrocinio. El dinero del premio para el evento inaugural fue de £ 351.690 (Nick Faldo) y en 2008, había aumentado hasta situarse en más de 4 millones de euros, (Søren Kjeldsen) convirtiéndose en uno de los eventos más dotados económicamente del tour.