Bajo el lema “Un niño, un libro”, el Centro de Tecnificación de la Federación de Golf de Madrid albergó ayer una entrañable jornada plagada de actividades programadas para los más pequeños. Con el objetivo de “normalizar” el golf, además de demostrar que no sólo se trata de golpear la bola sino de cultivar y desarrollar una serie de valores consustanciales a este deporte, se han organizado distintas competiciones enfocadas a compartir un día de golf y solidaridad.
120 niños se han inscrito en esta atractiva iniciativa que incluía un torneo a nueve hoyos, una competición de Pitch&Putt, otra de minigolf, juegos, ejercicios de TPI e incluso una clase de iniciación para sus padres y abuelos, con la única exigencia de que cada participante debía llevar un libro. En estas fechas navideñas que los buzones de correos se llenan de cartas dirigidas a los Reyes Magos o a Papá Noel, la Federación de Golf de Madrid ha querido fomentar no sólo la práctica deportiva sino también la solidaridad y afición por la lectura, solicitando libros que se destinarán a la Fundación AIDA (Ayuda, Intercambio y Desarrollo), cuya misión consiste en “promover el desarrollo integral de los pueblos y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas, buscando siempre contribuir de la manera más eficaz y eficiente posible a la acción general contra la pobreza”.
Entre los padres más participativos se encontraba el tenista Pato Clavet, acompañando a su hijo de diez años: “El golf me gusta mucho, igual que a la mayoría de los tenistas, aunque no lo practico todo lo que quisiera. El tenis y el golf son deportes complementarios que comparten muchas sinergias. El golf es un deporte individual en el que la cabeza juega un papel importante, estás en contacto con la naturaleza y comporta valores esenciales para la formación. Yo empecé a jugar en Estados Unidos, donde la mayoría de los torneos de tenis tienen acuerdos con campos de golf para que puedan jugar los tenistas. La iniciativa de la Federación de Madrid me ha parecido muy interesante, creo que es necesario promover actividades para que los niños conozcan las reglas, los valores, el desarrollo de la competición… Sé que el día que no pueda darle al tenis, jugaré al golf en familia”.
Ignacio Guerras, presidente de la Federación de Golf de Madrid: “Me ha hecho mucha ilusión ver a tantos futuros jugadores de golf llenando estas instalaciones, acompañados por sus familiares, para quienes tengo todo mi agradecimiento. Creemos que estamos dando los pasos correctos en la “normalización” de este deporte acercándolo a los más pequeños. Estamos convencidos de que debemos seguir por este camino, trabajando con las bases, como me consta que siempre recomiendan José Mari Olazábal y Miguel Ángel Jiménez, dos grandes de nuestro deporte”.
Adriana Zwanck, profesional de golf responsable del programa TGA: “La mayoría de los niños que han venido nunca se habían acercado a un campo de golf. Hoy han compartido experiencias junto a sus compañeros, han aprendido lo que es una competición y, lo que es más importante, han sido solidarios entregando un libro. Los padres han colaborado y se han marchado encantados con la experiencia viendo cómo han disfrutado sus hijos. Ha sido un día en el que han primado la diversión, la solidaridad y el golf por encima de la competición. Hoy, lo de menos era el resultado”.