Rory McIlroy fue el centro de atención según caía la noche en Kentucky tras conseguir una gesta propia de un héroe mitológico sobre la hierba del Valhalla, con un hat trick histórico que reafirma la fuerza con la que ha vuelto el número uno del mundo.
El Royal Liverpool fue el inicio. El norirlandés de 25 años brilló con luz propia en Hoylake para hacerse con uno de los trofeos más importantes del golf, la Claret Jug del Open Championship. McIlroy celebró la victoria la misma noche, pero volvió al trabajo al día siguiente.
La siguiente victoria llegó en Akron, Ohio tras un duelo espectacular con Sergio García en el WGC-Bridgestone Invitational. Ese día McIlroy obtenía su primer título en el World Golf Championships y recuperaba el primer puesto en el Ranking Mundial.
Pero estas victorias parecían no saciar el hambre de victorias del joven talento norirlandés. En Kentucky volvió a demostrar su buen momento con un juego largo impresionante, golpes precisos y sutiles toques en los greenes del Valhalla.
En la jornada final del US PGA Championship, con un atraso de 2 horas por fuertes lluvias, el número uno partía con un golpe de ventaja. Phil Mickelson y Rickie Fowler lanzaron su ataque a las primeras posiciones poniendo en aprietos el liderato de McIlroy, que también veía como un rival muy a tener en cuenta, Henrik Stenson, comenzaba a calentar motores y escalar posiciones.
Pero entonces, Rory McIlroy dio un golpe sobre la mesa al embocar un espectacular eagle en el décimo hoyo, y un birdie en el 13 para reafirmar su posición. Aún con esta exhibición de juego, sus adversarios seguían pisándole los talones y teniendo opciones a la victoria. Pero el número uno cerraría las puertas de las oportunidades a sus rivales en el penúltimo hoyo con una clase magistral de precisión con los hierros, como viene siendo habitual en sus intervenciones.
Bastaba cerrar el decimoctavo hoyo con par para levantar por segunda vez el Wanamaker del US PGA Championship, ya ganó este título en 2012, siendo el cuarto Major de su carrera.
McIlroy presentó una tarjeta de 68 para terminar 16 bajo par, un golpe por delante de Phil Mickelson después de una última jornada extraordinaria que terminó casi en la oscuridad, con las luces encendidas de la casa club detrás del green del hoyo 18.
«Hoy no fue fácil. «No he bajado el ritmo y los chicos vinieron a por mí con bastante rapidez en los primeros nueve hoyos. Así que tenía que ser paciente y esperar mi turno, esperar a que algo se activara, y sucedió en el hoyo 10. El Eagle fue un gran punto de inflexión en el torneo, esto me empujó y jugué un gran golf en la recta final.»
«Dije que pensaba ganar el Open Championship hace unas semanas, y esa victoria me puso en un nivel más alto de juego. Pero ganar mi cuarto Major aquí, para estar uno por detrás de Phil, uno detrás de Seve, al nivel de Ernie y de Raymond Floyd…. nunca pensé que iba a llegar hasta aquí a los 25 años. «No pensé en mis sueños más salvajes que tendría un verano como este. Acabo de jugar el mejor golf en mi vida.”
«Ganar hoy de esta manera y con mi estilo, significa mucho», dijo el número uno del mundo. «Significa que yo sé que puedo hacerlo, sé que puedo venir desde atrás, y sé que puedo mezclarme con los mejores jugadores del mundo en la recta final de un Major y llegar a la cima. Obviamente, el Master de Augusta dentro de ocho meses es mi próximo objetivo”.