Tres parejas comparten la primera posición del Campeonato de Madrid Dobles de Profesionales, prueba puntuable para el Circuito impulsado por la Federación madrileña, que hoy ha dado comienzo en el recorrido del Centro Nacional de Golf, donde se ha disputado la primera vuelta bajo la modalidad Foursome. La competición se decide a 36 hoyos y concluye mañana con una segunda ronda en formato Fourball.
Pepín Rivero y Jae Hoon Chang, Chisco Lagarto y Jorge San Sebastián (ganadores en 2012), y Rafael Redondo y José Manuel Mancebo se han situado en lo más alto de la tabla con sendas tarjetas de 71 golpes, 1 bajo el par del campo del Centro Nacional de Golf, un recorrido exigente y, sin embargo, presentado en excelentes condiciones.
Diego Suazo y Carlos Balmaseda, que defienden el título que lograran en este mismo escenario en la pasada edición, han empatado en el cuarto puesto junto a las duplas formadas por Moisés Cobo y Sebastián García, Carlos Sánchez e Iván Muñoz y Javier Colomo junto a Gonzalo Vicente, todos ellos con 72 golpes, cumpliendo el par del campo.
Rafael Redondo y José Manuel Mancebo, 71 golpes, 1 bajo par: “Entrenamos juntos en el Club de Campo, nos conocemos bien y somos muy amigos, por eso nos hemos compenetrado tan bien aunque es el primer año que jugamos juntos. Hemos hecho dos bogeys en los hoyos seis y 14 pero los hemos compensado con tres birdies: en el cinco, de dos en green y casi hacemos eagle; en el 15 pegando un buen Driver, 52º y metiendo un putt de tres metros; y en el 17, con viento en contra, jugando un gran hierro tres y metiéndola desde cuatro metros”.
Tres parejas de padres e hijos toman parte en el Campeonato de Madrid Dobles
Paco Álvarez San Román y Francisco, Pepe Dávila y Alberto, y Paco y José Carlos Zafra, son las tres parejas compuestas por padres e hijos que participan en esta competición, la única del calendario profesional que les permite jugar en familia. Paco Zafra: “¿Qué más se puede pedir? No hay nada más bonito que tener la posibilidad de compartir tu profesión con tu hijo, es algo muy especial que no se puede expresar con palabras. Si a mí me dice uno de nuestros grandes jugadores, y digo grandes, que quiere jugar conmigo el Dobles, sintiéndolo mucho le diría que no; lo haremos mejor o peor, pero ni por ganar un trofeo renuncio a competir junto a mi hijo”.
Sola ante el peligro