Suele ocurrir que los torneos que anteceden a un grande no ofrecen muchos sobresaltos en su última jornada. Quizás en el Bridgestone Invitational se ha sumado alguna variante más, como puede ser la figura de Tiger Woods como líder. El californiano ya había dado su mejor versión el viernes con 61 golpes en el campo sur del Firestone Country Club, algo inalcanzable para el resto de jugadores, entre los que destacaron la actuación de Keegan Bradley y Henrik Stenson. Es lógico que el mismo viernes noche, los jugadores ya pusieran en sus pensamientos el PGA Championship, el cuarto grande de la temporada, que se disputa esta semana en Oak Hill.
La final del Bridgestone se había convertido en un puro trámite practicamente para todo el elenco, especialmente para Tiger que llega al PGA muy motivado con esta victoria y dispuesto a ganar este título para su plan de superar a Jack Nicklaus, aunque la próxima víctima es el record de Snead de 82 títulos.
Mención aparte la actuación del defensor del título, Keegan Bradley, que alcanzó en la segunda plaza a Henrik Stenson, y la cuarta plaza de Miguel Ángel Jiménez compartiendo espacio con los estadounidenses Zach Johnson y Jason Dufner.
Jiménez rozó la segunda plaza, posición que lo habría situado en el top 40 del mundo. Magnífica actuación del jugador de Churriana que tras la grave lesión sufrida este invierno parece volver a la élite del golf actual.