El primerizo Jordan Spieth ha conseguido empatar en el liderato con Bubba Watson a una sola jornada del discernir quien se llevara la ansiada chaqueta verde. Y esto lo convierte en un claro favorito a este chico de veinte años a postularse como vencedor de este major. Desde 1979 con Fuzzy Zoeller nunca un novato sobre la hierba del Augusta National ha sabido jugar al campo y vencerlo. Como se suele decir, Augusta es un campo para la experiencia, aunque siempre hay excepciones. Spieth ha demostrado que a pesar de su juventud, está preparado para la victoria. También se suele decir que el Masters de Augusta no es un major donde prime la potencia y el juego agresivo, y hay tenemos a Bubba Watson, vencedor en la edición de 2012 y colíder a una jornada del desenlace.
Spieth, la nueva promesa del golf norteamericano, presentó una tarjeta de 70 golpes para estar hombro con hombro con el bombardero zurdo en la primera posición, y dejó sobre el campo muestras de poder estar rodeado de chaquetas verdes en la cena de 2015. Su juego el hoyo diez, con un golpe mágico desde una posición realmente incómoda como puede ser un approach cuesta abajo con tiro a bandera cuesta arriba y un bunker generoso antes el green, el callado estadounidense colocó la bola a medio metro del hoyo. No muchos de los que se encuentran en el recorrido de Augusta podrían haber conseguido algo así.
La clasificación está a una jornada un poco más apretada. Kuchar y Blixt están a un solo golpe de alcanzar a Watson, que perdió toda su ventaja del día anterior al no estar muy acertado con el putter en los rápidos greenes, y Spieth. Otras dos importantes amenazas al título que solo se encuentran a dos golpes son Rickie Fowler y Miguel Ángel Jiménez, que supo jugar a la perfección para recorrer el Augusta National con 66 impactos y demostrar que la veteranía es un grado y mantener la idea de que este recorrido es para jugadores con experiencia, a pesar de lo que la cabeza de la clasificación muestre lo contrario.