El pasado 24 de Enero el gobierno nos sorprendió (si es que eso aún es posible) con una bajada del tramo de IVA aplicable a la compraventa de obras de arte que parece podría irse haciendo pronto extensible a otros apartados de la cultura.
Por desgracia la mayoría de españoles situará en un contexto similar la compraventa de obras de arte y el golf, aunque no es discutible que éste último genera muchos más puestos de trabajo y riqueza. La cuestión no sería relevante, de no ser por intentar deducir si esta súbita benevolencia con el arte resultaría más o menos “cara” para nuestro políticos, electoralmente hablando, que una medida similar hacia el golf.
Porque la realidad es que en 2012 asumimos con resignación y sin la más mínima pataleta una subida de impuestos del 13% al decidir alguna “bien dotada cabeza pensante” del gobierno, que el golf en España no tenía que ver con el turismo y por ello no seguiría compartiendo el tramo intermedio del impuesto como los hoteles. El que más de la mitad de los campos españoles comercialicen green fees turísticos o que seamos el destino líder para media Europa, no tuvo peso alguno y aunque, una vez anunciado no era previsible un cambio, tampoco hemos sabido obtener a día de hoy ninguna medida “compensatoria” para el sector sino más bien al contrario.
En Andalucía, por ejemplo, se endurecen cada vez más los requisitos técnicos y medioambientales (que repercutirá en los costes de mantenimiento) a la vez que se eleva el precio de un agua reciclada de una calidad tan baja, que en algunos casos está mermando los propios campos en inviernos secos como éste.
Los escasos motivos que hay para la esperanza deberían hacernos mirar a Europa. Diversas asociaciones, sospecho triste que con escasa participación española, están presionando a la Unión Europea para que fomente una normalización de la fiscalidad del IVA sobre el golf y evite las distorsiones que se producen, no solo en España, entre campos sociales y comerciales. En Reino Unido han obtenido recientemente del Tribunal de Justicia Europeo, una sentencia favorable con carácter retroactivo sobre el IVA que se venía aplicando a los green fees en campos privados, lo que a su vez ha provocado las quejas de campos comerciales por la competencia desleal que eso les supone.
Ahora que nuestros responsable políticos se afanan en ofrecer buenos datos y quieren ver en el turismo la tabla de salvación para la recuperación económica y el desempleo, sería el momento de retornar el golf a su contexto turístico y exigir medidas de apoyo reales en lugar de “zancadillas” si no queremos ver seriamente resentido nuestro potencial a medio y largo plazo. La climatología, el sol del que disfrutamos en invierno, tapa una vez más muchos de nuestras carencias, pero habrá que ver por cuánto tiempo.
Nuestro problema, tal vez, es que a diferencia del arte o las fallas (que también ha visto reducido su IVA en el decreto) nosotros no parece que tengamos “lobby”.