Rory McIlroy ya tiene su ansiado Grand Slam. Su victoria en la 89ª edición del Masters Tournament, trabajada, merecida y luchada desde el primer día, supone su vuelta al éxito en un ‘major’ once años después. En clave española, lo más destacado de la semana ha sido el buen final de Jon Rahm (-3 al total), que ha ido de menos a más hasta clasificarse en una decimocuarta plaza alentadora de cara a al futuro.
La victoria del norirlandés será recordada por su agónico camino en busca del paraíso. Padeció en la primera jornada, cuando se le esfumó el resultado en un final duro, y ha padecido de lo lindo este domingo, cuando lo tuvo ganado (si es que eso se puede decir en Augusta), lo perdió, volvió a recuperar el mando y dejó entrar en la pelea a Justin Rose con un errático putt al 18. Finalmente, un buen birdie en el primer hoyo extra le concedió la anhelada chaqueta verde.
En cuanto a Rahm, lo mejor han sido algunas de las sensaciones que ha ido dejando en los últimos días. Llegaba a Augusta National con dudas y se marcha con la sensación de que su juego no está muy lejos del que hasta hace poco le permitía luchar (y ganar) torneos de este calibre. Si el putt funciona, es aspirante a todo.
Este domingo ha asaltado el Top 20 final con un 69 con algunos rasgos en común con el 70 del sábado. En estos dos días invitó a soñar durante los primeros nueve hoyos con una ronda de escándalo de esas que sólo pueden firmar golfistas como él. Los segundos nueve hoyos, notablemente más crudos, no le dejaron cuajar una vuelta verdaderamente baja. En cualquier caso, buen balance para Jon en el fin de semana.
Sólo Rahm se metió en un exigente corte
El viernes se alcanzó el ecuador del torneo con resultados discretos para la delegación española; únicamente Jon Rahm superó el corte, y lo hizo en el puesto cuadragésimo primero con +2 al total. Provisionalmente, lideraba el inglés Justin Rose con -8.
El caso es que Jon Rahm no jugó nada mal de tee a green en Augusta National, pero aún así le costó hacer resultado. Su segunda vuelta, de 71 golpes, fue plana, sólo salpicada por un precioso birdie al hoyo 7 desde fuera de green. Posteriormente se dejó unas cuantas opciones de birdie, pero lo cierto es que el putt no acabó de entrar en calor.
El vasco fue el único español en el corte, en parte porque Sergio García, que arrastraba un meritorio par de la primera jornada, sufrió en la segunda. Acabó el día con un 76 que le condenaba a ver el fin de semana desde casa, al igual que le pasó a otros ilustres como Dustin Johnson, Tony Finau, Brooks Koepka o Cameron Smith.
Tampoco se hicieron con un puesto en el corte José María Olazábal (+7) y José Luis Ballester (+10), que se habían dejado trabajo en la primera jornada y que en la segunda no pudieron remontar; el guipuzcoano lamentó un aciago final de ronda y el castellonense no logró hacer un birdie en el día.
Fuente: Real Federación Española de Golf