Ni la vuelta de un genial Tiger Woods, ni la amenazante sombra de Rory McIlroy hicieron que Robert Rock diese por perdido el Abu Dhabi HSBC Golf Championship, demostrando unos nervios de acero y una calma que le ha llevado a ganar el título más importante de su carrera y su segundo en el European Tour. Esta victoria lo sitúa en el top 60 del ranking mundial y a serio aspirante a integrar parte del equipo capitaneado por Olazábal en la Ryder Cup.
Rock, que no partía como favorito en las quinielas golfísticas a pesar de compartir liderato con Woods en el comienzo de esta cuarta ronda, salió decidido y sin rubor desde el comienzo de un enfrentamiento en el que, según los pronósticos, no tenía mucho que hacer frente a dos de las estrellas del golf.
Robert Rock, de Armitage, Inglaterra, plantó cara a un Tiger Woods decidido a comenzar 2012 con un triunfo de categoría para volver a ser el rey del juego y el favorito en cualquier campeonato que dispute, como hace no tanto tiempo. Si el estadounidense comenzaba con birdie en los hoyos 2 y 3, su “pareja” de recorrido y co-líder, respondía con sendos birdies, cumpliendo con sus planes de no dejar escapar al ex número uno.
Pero el juego de Woods no iba a ser el mismo que los tres días anteriores. En esta jornada, y en tan solo cinco hoyos, “El Tigre” firmaba 2 bogeys, los mismos que sumando las tres rondas anteriores. Una cadena de fallos e imprecisiones las del norteamericano que iba en beneficio de Rock, que tampoco tendría que preocuparse por el sueco Peter Hanson, que parecía estar saboteándose a sí mismo y caería de una inicial tercera posición a un 35º puesto.
Robert Rock continuó con su sólido juego, sin prisas y soportando bien la presión de un torneo de estas características, con grandes jugadores “cayendo” ante el campo y excelentes golfistas ávidos de victorias decididos a arrebatarle la posición de líder a la primera oportunidad. En este caso, los perseguidores con sed de triunfo eran Graeme McDowell y su compatriota norirlandés, Rory McIlroy y el danés Thomas Björn.
Rock seguía a lo suyo, firme y sereno, firmando birdie en los hoyos 14 y 16, que parecía bastante ventaja como para no tener que preocuparse en los hoyos que le restaban si mantenía el ritmo que llevaba a lo largo del día. Pero como es habitual en este deporte, no hay que dar por sentado nada.
Llegaba el hoyo 18 y el inglés se complicaba desde el tee, “plantando” su bola en la zona del agua, pero sin llegar a mojarse. Aconsejado por su caddie, Rock optó por retroceder y buscar un nuevo camino al green para jugar por el par o un válido bogey, contando con la penalización por el drop.
Woods veía una opción a la victoria en el mal paso del inglés. Si Robert Rock fallaba y Tiger firmaba un eagle, nada extraño si hubiera jugado como los días anteriores, se hacía con el Abu Dhabi HSBC Golf Championship. Pero no era el día del norteamericano, que fallaba desde el tee y en el green.
El líder cerraba el 18 con bogey, a un golpe de ventaja de un Rory McIlroy que debería estar maldiciendo el momento en el que barrió arena en un antegreen en el segundo día, que le supuso una penalización de dos golpes.
Sergio García, el mejor de los españoles, quedó en decimosegundo con una vuelta final a un solo golpe de la mejor del día.
Tras una extraordinaria tercera ronda, Gonzalo Fernández-Castaño, ha acabado decimoséptimo con -6, y con un golpe menos, Alejandro Cañizares en la 24ª plaza.