Marcos Granda, dueño e ideólogo del restaurante Skina (www.restauranteskina.com) es un apasionado de la gastronomía y de todo lo que la rodea pero sobretodo pasión por superarse en el trabajo diario buscando la excelencia de lo él llama su casa, su gran sueño, su pequeño restaurante en el corazón del casco antiguo de Marbella.
Su historia comienza en 2004 con un viaje a Marbella para hacer un curso de vinos y sumillería a la escuela Bellamar, le acompañaba su mujer Maria Isabel, y deciden quedarse y comenzar su proyecto en Marbella.
El restaurante Skina abre en Diciembre de 2004 y consigue hacerse un nombre a base de esfuerzo, tesón y duro trabajo de todo el equipo, hasta que en 2008 les llega el reconocimiento definitivo para cualquier restaurante, la Estrella Michelin. A partir de ahí, como nos cuenta su dueño todo es muy gratificante, pero también empieza a tomar consciencia de la gran responsabilidad de éste galardón y de la dificultad de mantenerlo.
“Me considero una persona tenaz, trabajadora, tozuda y apasionada de lo que hoy por hoy es mi profesión, la cual ejerzo desde que tengo 15 años, siempre relacionada con el servicio y el mundo del vino, sumillería, en la gastronomía”.
“Me encanta la despensa de Andalucía, tan variada en pescado locales ,frutas de productores y campesinos locales ,carnes de calidad como el chivo lechal malagueño y tantos y tantos productos que enriquecen el recetario andaluz que con nuestro toque personal y nuestro jefe de cocina Jaume Puigdengolas llevamos a cabo en el restaurante”.
Marcos Granda es fiel seguidor y enamorado de los vinos de jerez y los moscateles de Málaga, los cuales siempre tienen un espacio importante en la carta de vinos del restaurante Skina, con casi mil referencias de pequeños viticultores de todo el mundo.