Si Jon Rahm afronta los torneos con un arsenal variadísimo de golpes y recursos, encara las ruedas de prensa con una mezcla equilibrada de elocuencia, confianza y capacidad de análisis. El número uno del mundo no esquivó ningún interrogante en su rueda de prensa del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters y dejó claro lo mucho que significa el Real Club Valderrama para él y la ilusión que le haría triunfar en su cuidado recorrido.
“Ganar en este campo sería muy especial, no solo porque mi relación con el golf empezó aquí cuando unos amigos de mis padres vinieron a la Ryder de 1997, sino por la historia que tiene de grandes torneos y por los jugadores que han ganado aquí, como Sergio García. Sería algo único unir mi nombre a la lista de esos ganadores”, repasaba el jugador de Barrika. “Valderrama es un campo muy difícil, que acentúa cualquier debilidad que tengas en tu juego. El que gane es un merecido ganador, aquí no hay suerte, es el que mentalmente pueda aguantar la lucha de jugar en este campo. Hace dos años jugué bien y quedé segundo, ojalá pueda añadir una victoria en Valderrama a mi palmarés”.
De hecho, Jon Rahm está dispuesto a ir un poco más allá para que el Estrella Damm N.A. Andalucía Masters crezca. En el horizonte, la alianza rubricada por los dos circuitos más importantes del mundo y la posibilidad de que el Real Club Valderrama acoja un torneo valedero para ambos.
«Voy a poner todo de mi parte para que el PGA Tour y el European Tour hagan un torneo juntos aquí. Valderrama se lo merece. Además de ser un gran campo de golf, supondría un cambio respecto a los campos que jugamos en el PGA Tour. Allí todo consiste en pegar un buen drive, hierro 8 lo más alto posible y si fallas el green, el blaster… Es muy repetitivo”, declaraba Rahm. “Para el que crea que la distancia es todo, aquí tienes que venir a jugar al golf, tienes que ajustarte al campo y pegar ciertos golpes en ciertos sitios. No te la puedes jugar porque si sale mal, acabas muy mal. Me encantaría que pudieran hacer un torneo importante, con puntos de la FedEx y de la Race to Dubai. Con la historia y las ganas de golf que hay en este país, ojalá ocurra”.
Después de su primera toma de contacto con el campo, Rahm recordaba una máxima sobre Valderrama que le ofreció hace años el inglés Ian Poulter.
“No me atrevo mucho a pronosticar un resultado ganador porque me han dicho que quieren los greenes más duros durante el torneo, y con el viento que hay… mal tema. Lo único que sé es que, si en este campo haces par los cuatro días, eres top 10 el cien por cien de las veces, e incluso a veces se ha ganado con eso. Desde luego, si el viento sigue fuerte y endurecen los greenes, me extrañaría que el resultado fuera mejor de -5, pero como dije en Madrid, ojalá que el resultado ganador sea el mío”.
El campeón del U.S. Open ha vivido un año pleno de emociones y contrastes, con su afianzamiento en el número uno del mundo y su triunfo en Torrey Pines, pero también con sus percances en el Memorial y en los Juegos Olímpicos por culpa del covid. Para Rahm su familia ha sido un apoyo fundamental.
“Ha sido un año con muchas cosas buenas y en el que también ha habido golpes, y desde luego ser padre ha sido la principal ayuda para superarlos. Eso sí, tengo que reconocer todo el mérito a mi mujer Kelley porque ella siempre me dijo que en cuanto fuera padre ganaría mi primer ‘major’, y acertó. Aunque como competidor me sigue importando todo lo que pasa en el campo, si el día no ha ido bien y estoy enfadado veo a mi hijo Kepa y se me pasa. Y siempre he dicho que si estás bien fuera del campo, vas a estar bien dentro de él. El golf no lo es todo, es una parte importante de mi vida, pero mucho más lo es el ser buena persona, buen padre, buen amigo… Y eso lo he terminado de entender este año”.
La llegada a la cumbre sigue dando vértigo, porque el afianzamiento es complicado con la cualificada competencia que hay en el golf moderno. La confianza y la disciplina, dos ingredientes básicos.
“Lo más difícil de ser número 1 del mundo es mantenerse. El año pasado llegué y lo perdí a las dos semanas. Pero creo que eso llega como consecuencia del buen juego, simplemente tienes que seguir haciéndolo bien, y por eso cada vez que llego a un campo quiero jugar bien y demostrar que soy el número uno”, agregaba Rahm. “Lo que sí quiero decir, para los niños que vean esto, son dos cosas: si te crees que vas a ser número uno, como me lo creía yo de pequeño, dilo, sin importar lo que te digan. Todo el que ha llegado a ser el mejor en algo se lo ha creído, y lo ha hecho público. Dilo si te lo crees y entrenas para ello, que es la otra parte fundamental, ya que no hay trucos ni nada especial para ser número uno, se trata de echar muchas horas de trabajo y tener mucha determinación para lograr tus objetivos. No solo para el golf, vale para todo en la vida, si quieres ser el mejor en algo tienes que trabajar muy duro y tener mucha disciplina”.
Pese a rebosar confianza y tener claro desde muy joven cuál iba a ser su camino hasta la cima, Jon Rahm aún no está muy al tanto del efecto que causa a su alrededor, especialmente en España
No soy muy consciente de la popularidad, en el campo estoy a lo mío. Ayer cené con Aritz Aduriz y me preparó para lo que puede ser Bilbao cuando vaya en diciembre. Mi manera de pensar sobre mí no ha cambiado, soy el mismo chaval de Barrika, pero con las cosas que he hecho habrá más gente que me conozca”.
DENTRO DE CUERDAS
Los apodos preferidos de Jon Rahm
La rueda de prensa de Jon Rahm comenzaba con el vasco resolviendo una duda que lleva mucho tiempo flotando entre la prensa española: ¿cómo le gusta a Jon que le apoden? Hay muchos y variopintos apodos sobre él, pero ha dicho por fin los que más le gustan, haciendo un guiño especial a su querido ‘Corti’:
“He tenido muchos apodos en mi vida, me gustan “Rahmbo”, que usan mucho en Estados Unidos, “el León de Barrika” y me quedo también con “el morrosko” como me llamaba Corti (José Manuel Cortizas, periodista de El Correo recientemente fallecido) cuando escribía sobre mí. Cualquiera de los tres me gusta, aunque el de “el tiburón del Cantábrico” nunca lo había oído”.
Consejos de Sergio García para Valderrama
El propio Rahm ha destacado que para ser número uno del mundo no hay secretos, pero donde sí los hay es en Valderrama, y el que más sabe de ello es Sergio García, triple vencedor del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters. Jon Rahm lo sabe, y cualquier ayuda que venga del de Borriol es bienvenida:
“Mientras estaba con Sergio en la Ryder Cup no hablamos de otra cosa que no fuera de lo que teníamos delante, no hubo tiempo para Valderrama, pero hoy jugando unos hoyos aquí sí que he pensado en escribir a Sergio porque algún consejo seguro que puede darme. Es un campo en el que todo truco o toda experiencia puede ayudar, porque hay que aprender a jugarlo y a adaptar tu juego al campo, dentro de que cada uno tiene su estilo. Siempre hay banderas, greenes o salidas en los que hay fallos mejores que otros, como que, si en el 16 la mandas a la derecha estás perdido, así que ahí los consejos de alguien como Sergio siempre son bienvenidos. Eso sí, hay que decir que, si Sergio está pegándole bien a la bola, de tee a green hay muy pocos en el mundo a su nivel, por lo que no me extraña que haya ganado aquí varias veces.”