Rafael Cabrera-Bello, cuarto, firma un sensacional final en The Open.
rEl norteamericano Jordan Spieth se impuso en unos hoyos finales espectaculares.
El jugador español Rafael Cabrera-Bello ha firmado una sensacional actuación en la 146ª edición de The Open, en la que ha concluido en la cuarta posición. Volvió a jugar bajo par y volvió a desprender grandes sensaciones en Royal Birkdale Golf Club, pero esto no fue suficiente para evitar el triunfo de Jordan Spieth, superviviente de un duelo con su compatriota Matt Kuchar.
El chino Haotong Li, con 63 golpes en su tarjeta para -6, esperaba en casa club un tropiezo de los estadounidenses, pero este no se produjo. Jordan Spieth acabó en cabeza con -12 gracias a un final apoteósico: birdie al 14, eagle al 15, birdie al 16 y birdie al 17. Demasiado hasta para un gran golfista como Kuchar (-9).
Y eso que en el hoyo 13 pintaban bastos para Jordan Spieth, pero el tejano resurgió para ganar a lo grande.
Extraordinario ha estado, otro día más, Rafael Cabrera-Bello. ¿Qué habría pasado si aquel 73 de la segunda jornada hubiese sido otra cosa? Nunca se sabrá, pero lo que nadie puede negar a estas alturas es que el canario es un jugador cada día más hecho.
En esta cuarta jornada despachó un 68 fruto de tres birdies y un bogey. Todo solidez una vez más Rafael Cabrera-Bello, al que faltó algún birdie más para presionar a los dos jugadores de arriba. Ha firmado el mejor ‘major’ de su carrera, pero nadie puede asegurar ya que este sea su techo.
No fue el mejor día para Sergio García, que acabó la ronda –la última antes de su enlace matrimonial- con 72 golpes. Un triple bogey en el hoyo 7 sepultó prácticamente sus opciones, por más que el castellonense luchó en los últimos nueve hoyos con tesón; tres birdies y otros tantos bogeys salieron de este duelo. Al final, puesto 37 para el ganador del Masters.
Jon Rahm, por su parte, acabó el torneo en +3 en el puesto 44. En su última vuelta rectificó con paciencia un mal inicio, +2 en el hoyo 6, con buena actitud. Tres birdies en sus últimos nueve hoyos fueron el resultado de esa actitud positiva.
El torneo, además, deja proezas como el 62 del sudafricano Brandes Grace en la tercera jornada, el resultado más bajo jamás visto en un ‘major’.
Rafael Cabrera-Bello, sexto, arrancó con fuerza
Rafael Cabrera-Bello, flamante ganador hacía apenas unos días en el Open de Escocia, mantuvo su momento dulce de juego, una afirmación sustentada mediante una primera ronda brillante en The Open, de 67 golpes, un toma y daca continuo en el fiero recorrido de Royal Birkdale Golf Club, donde mantenerse en calle para evitar un rough selvático era condición imprescindible para sobrevivir en la pomada.
El canario, en racha, pudo acabar con una sonrisa más amplia de no mediar un inoportuno bogey en el último hoyo, un incómodo traspié en el marco de una más que notable jornada donde Rafael Cabrera-Bello se distinguió como uno de los mejores, a dos golpes del trío norteamericano integrado por Jordan Spieth, Brooks Koepka y Matt Kuchar, que contemplaban a todos desde la atalaya más alta tras los primeros 18 hoyos de juego, los tres con 65 golpes.
Rafael Cabrera-Bello hizo méritos para sumarse al grupo de élite desde que rubricase ya un birdie en el primer hoyo reafirmado pronto con otro en el hoyo 3, un vendaval de juego frenado por dos bogeys (hoyos 4 y 6) que dieron paso a dos contundentes zarpazos a lo largo de su vuelta. La primera mediante dos birdies consecutivos en los hoyos 7 y 8, y la segunda mediante otros dos arañazos al par del campo en la recta final, en el 15 y 16, justo antes de que llegase ese inoportuno bogey que evitó un brillo más refulgente en su convincente actuación.
Del resto de la ‘Armada’, Jon Rahm fue quien salió mejor parado. Vigesimoquinto con 69 golpes, rebajó asimismo el par del campo en una ronda donde combinó aciertos y errores, dando la sensación de grandes posibilidades de mejora a poco que centrase su impetuoso juego, lastrado en esta primera jornada por sólo un 41% de golpes desde la calle.
Más complicada fue la ronda para Pablo Larrazábal y Sergio García. Al barcelonés le costó aprovechar oportunidades de birdie y acabó con 2 sobre par, mientras que Sergio García no se encontró cómodo en el campo casi en ningún momento, arreglando una discreta ronda mediante dos birdies finales que le permitieron acabar con 3 sobre par, registros que en ambos casos les obligaba a afinar mucho en la segunda jornada para superar el corte.
Dura jornada de corte en Royal Birkdale Golf Club
The Open, más concretamente el complicado recorrido de Royal Birkdale Golf Club, dotado de mayor fiereza si cabe por unas condiciones meteorológicas más británicas que en la ronda precedente, con viento y agua como adversarios adicionales, resultó tenso y por momentos agobiante para los representantes españoles durante la segunda jornada.
Únicamente Sergio García, motivado por un 73 inicial que le obligaba a reaccionar para iniciar una buena escalada en busca de posiciones más acordes a la calidad de su juego, fue capaz de rebajar el par del campo en esta segunda jornada. Un maravilloso eagle en el hoyo 5 y, de nuevo, una buena recta final, donde volvió a arañar dos golpes al campo, pusieron al castellonense en la onda a pesar de sufrir un inoportuno tropiezo en el último hoyo.
Más complicado lo tuvo Rafael Cabrera-Bello, sobresaliente en los 18 hoyos anteriores. El canario, en esta ocasión, se defendió como pudo de un campo muy agresivo, haciendo tres jirones en su tarjetas en la primera vuelta y otro más en el último hoyo, cuatro bogeys en total que sólo fueron compensados por un birdie en el 15, escasa contraprestación que le ha hecho perder posiciones a pesar de mantenerse en la parte alta de la tabla.
Por su parte, Jon Rahm salvó los muebles como pudo. Un inicio estresante –tres bogeys consecutivos– y un arranque de segunda vuelta caótico –otros cuatro bogeys consecutivos entre el 11 y el 14– hubiesen minado a cualquiera, pero no al bravo jugador vasco, que anotó tres birdies para adecentar la vuelta y seguir en pie durante el fin de semana.
Por último, Pablo Larrazábal acabó, al igual que Rahm, con 4 sobre par en la segunda jornada, un lastre excesivo para el barcelonés, que ya arrastraba otro +2 en los primeros 18 hoyos y que le dejaron durante toda la tarde pendiente del marcador, con la esperanza de que la zona de corte ascendiera a 6 sobre par, una opción plausible si el viento continuaba azotando las calles y los greenes de Royal Birkdale Golf Club.
Al final, el catalán quedó fuera del corte por solo un golpe.
Tercera ronda ilusionante para el golfista canario
En la tercera ronda, Rafael Cabrera-Bello continuó trabajando en la construcción de una sobresaliente actuación en The Open, séptimo clasificado tras 54 hoyos como consecuencia de una repetida sucesión de aciertos que le convertían en uno de los mejores aspirantes al título, siempre por detrás de Jordan Spieth, que aprovechó la tercera jornada para afianzar su liderato con una vuelta de 5 bajo par que, con -11 en el acumulado, le otorgaban tres golpes de ventaja sobre el segundo clasificado, su compatriota Matt Kuchar.
Rafael Cabrera-Bello mantuvo en cualquier caso opciones tras protagonizar una vuelta esplendorosa, un solo fallo en el hoyo 2 y cuatro birdies con posterioridad, dos de ellos en el 17 y el 18, que constituyeron un magnífico presagio de cara a la jornada final.
Ligeramente a la zaga, con solo un golpe más, se encontraba Sergio García, muy firme en su empeño de construir una buena actuación tras un 73 inicial que dio paso a una creciente reacción, 69 y 68 golpes que le reafirmaban una vez más como uno de los mejores jugadores del mundo.
Por último, Jon Rahm acabó el recorrido con la sensación de haber podido hacer más de no mediar problemas con su putt que impidieron que su vuelta, al par, con un inoportuno bogey en el hoyo final, fuese más positiva.