Segundo día del US Open y Merion sigue sin dar cuartel al elenco de jugadores que se ven superados por un campo que a priori parecía mucho más accesible. La lluvia no favorece el juego rápido, las bolas no botan como debieran por las calles y los greenes son más lentos de lo esperado. Y como en la interrumpida primera jornada, solo dos jugadores se mantienen bajo par. Cada uno con su estilo de juego y su estrategia, o no estrategia. Billy Horschel demostró precisión mecánica, cogiendo todas las calles y greenes, el primer jugador en conseguir algo así desde hace 15 años, y con un repertorio de golpes que fue desarmando las defensas de Merion para finalmente presentar una tarjeta de 67 golpes y un total de -1. Quién diría que tras esta exhibición, Horschel solo tiene en su haber una victoria en el PGA Tour.
Mickelson es el otro lado del espejo. El zurdo es capaz de los mejores golpes sobre las partes más difíciles de un recorrido adverso, pero también de acciones mediocres en intentos excesivamente arriesgados, donde el instinto nubla el juego de Phil Mickelson. La estrategia de Mickelson, es la no estrategia, es la de presentarse ante cada hoyo como si fuera el primer hoyo del día. En esta segunda jornada del US Open, el norteamericano tuvo que recuperar varios errores y solo firmó un birdie en todo el día. Una tarjeta de 72 golpes, dos golpes sobre par, para un total de -1.
Parece que poco a poco, algunos jugadores van tomando la medida a Merion. Steve Stricker y Justin Rose con 69 impactos en la segunda jornada o Luke Donald, que no encontró su versión ofrecida antes de la suspensión de la primera jornada, están al par de campo.
Poulter, al que todavía le quedan pendientes cuatro hoyos de la segunda jornada parece también dispuesto a asaltar los puestos de cabeza durante el fin de semana. La misma idea que puede pasar por la cabeza de Woods o McIlroy, ambos con +3 pero con posibilidades de victoria, si el codo izquierdo de Tiger lo respeta y si Rory reacciona como en otras ocasiones.
Incluso Gonzalo Fernández-Castaño desde su decimoséptima plaza.
A Sergio García le quedan tres hoyos por disputar con los tiene la posibilidad de asegurar su actuación para el domingo, algo a lo que ya no opta Olazábal, que no ha podido superar el corte sobre la hierba de Merion.