Tras una tercera jornada en la que todas las miradas y los elogios recaían sobre el sudafricano Louis Oosthuizen, que cumplía su recorrido con 63 golpes, siendo el resultado más bajo en los nueve primeros, la racha de birdies consecutivos más larga con seis y el resultado más bajo tras 54 hoyos con -19 en el Deustche Bank Championship, la ronda final fue un auténtico espectáculo de golf donde la tensión y la incertidumbre estuvieron en cada uno de los 18 hoyos del campo de Boston.
McIlroy a tres golpes y Tiger Woods a seis del liderato se antojaban pocos para algunos espectadores y predecían que la batalla estaba igual de interesante que abierta.
El norirlandés comenzaba con brío y fuerza el ataque a la posición de líder de Oosthuizen. Birdies en los hoyos 2, 3 y 4. Al llegar al sexto hoyo, ya era líder en solitario, y a partir de este momento iría combinando algunos errores con combinaciones de recuperación espectaculares.
Al termino del hoyo 12, tenía una ventaja sobre el sudafricano de tres golpes, reducida a dos en el 13 tras un fantástico birdie de Oosthuizen.
En el 14, la ventaja podía haberse reducido aún más, pero tras un error en la salida, McIlroy supo solventarlo con un putt para par.
En el 15, una salida defectuosa de Rory en la que la madera tocaba el suelo y su bola recorría poco más de 150 metros y un birdie de Oosthuizen reducían la distancia en un solo golpe. Todo estaba en el aire. El hoyo 16 no hizo disminuir la tensión, ambos cumplían con par. En el 17, esta tensión fue más palpable. El norirlandés fallaba y cometía bogey tras una cadena de errores poco propia de su juego. La oportunidad para Oosthuizen estaba servida, pero no la aprovechaba y también firmaba un bogey para su desesperación.
Tiger, siempre al acecho, decidió entonces lanzar su ataque ante la última oportunidad que se le brindaba para alcanzar la primera posición. Jugaba para eagle desde seis metros, distancia cómoda, pero recorrido no tan fácil. Finalmente, firmaba birdie y veía desvanecerse la opción de la victoria.
Todo se resolvía en el 18. McIlroy salida desde el tee y enviaba su bola al rough, pero lo solventaba en su tercer golpe al dejar la bola a seis metros con opción a birdie. Oosthuizen salía correcto a la calle, pero su segundo golpe le obligó a jugar en su tercer impacto un globo grandioso evitando el bunker y llegando al green. No tuvo opción finalmente. McIlroy emboca su bola y cerraba el torneo con -21, consolidándose en el número uno del mundo y de la FedEx Cup.