Luke Donald ha obtenido una aplastante victoria en el BMW PGA Championship. Estrategia, precisión y juego corto han sido las bazas esgrimidas por el jugador inglés sobre Wentworth, un campo que no perdona el más mínimo fallo. Sus contendientes solo podían observar como el número uno no fallaba, y si no salía del todo bien, superaba cualquier obstáculo sin la más mínima complicación.
Esto podía desmotivar a cualquier jugador, pero Justin Rose no cejó en el empeño. Salía con aspiraciones a ganar, y está claro que Rose tiene una motivación especial y un gran nivel de juego aunque afrontara cinco ocasiones claras de birdie en cinco hoyos consecutivos, pero no embocó ninguno. Justin Rose jugaba para dejar la bola lo más cerca del hoyo para putt a corta distancia. Por lo contrario, Luke Donald prefería jugar «sin pasarse», confiando en su buen pateo largo. Justin no tenía el día y Donald convertía en oro todo lo que tocaba. Y forzaba a su rival a arriesgar desde el tee como declaró al final del torneo: “Después del cuarto hoyo no dejé que saliera primero en ninguno hasta el dieciocho. Hice las cosas muy bien”.
Paul Lawrie firmó la mejor vuelta del día con seis golpes bajo el par y empataba con Justin Rose en segunda posición. Dos jugadores con opciones de meterse en el equipo liderado por Olazábal para la Ryder Cup.
Álvaro Quirós terminó décimo con 70 golpes, mientras que Rafael Cabrera-Bello con 71 golpes, consigue otro top 15 en la que está siendo su mejor temporada como profesional.