En la segunda jornada del PGA Championship las defensas del Oak Hills siguen bajas . Un rough permisivo y unos greenes receptivos debidos a las lluvias están permitiendo que los jugadores jueguen por una vuelta perfecta en lo que debía ser uno de los recorridos más difíciles del recorrido.
Uno de estos jugadores ha sido Jason Dufner, que en sus primeros cinco hoyos firmaba dos birdies y un eagle cumpliendo a la perfección la lógica del golf: calle, green y hoyo. Volvería a firmar en el 11, el 13 y el 16, putteando como no había hecho en toda la temporada. Menos siete al finalizar el hoyo 16, y a punto de firmar la mejor vuelta en la historia de los grandes (62 golpes), si conseguía embocar un birdie en el 17 o en el 18.
Vestía con una inesperada corbata el hoyo 17 y el 18 sería un putt de vértigo de unos tres metros y medio. Solo esta distancia separaba a Dufner de la vuelta perfecta en un grande. Llegaba con la mayoría de las calles cogidas; había alcanzado casi todos los greenes en regulación y conseguía controlar el putt. Ya había logrado entrar en el selecto club de los jugadores que habían firmado 63 golpes en un grande; había superado a Ben Hogan y a Curtis Strange que habían necesitado 64 golpes para completar el recorrido. Iba camino de la historia del golf. Pero su golpe, su bola, se habían quedado cortos sin completar los tres metros y medio. Embocaba para par, obteniendo el liderazgo del PGA Championship con dos golpes de ventaja sobre Scott, Furyk y Kuchar.
Otro jugador que había aprendido la lección en la primera jornada fue Webb Simpson, que de firmar 72 golpes en el primer día, necesitaba tan solo 64 golpes para recorrer el Oak Hills. Cuatro birdies en los primeros seis hoyos y tres más entre los hoyos diez y catorce eran la forma del norteamericano de dar señales de vida y reconstruir un camino hacia el título.
Adam Scott o Jim Furyk suguen demostrando haberle tomado la medida a un recorrido de corte tradicional, que no da descanso a Woods, Mickelson o McIlroy.
Foto: Montana Pritchard/The PGA of America