La industria del golf como ejemplo de sostenibilidad y de buena utilización del agua es el mensaje que han lanzado Gonzaga Escauriaza, Presidente de la RFEG, y Luis Nigorra, Presidente de la AECG, para destacar las acciones que abandera el golf español durante la celebración del ACCIONA Open de España, un ejemplo de evento deportivo sostenible.
Conceptos como control de la erosión y la sedimentación; conservación y mejora del suelo; recarga de acuíferos subterráneos; reguladores de temperatura; adsorción de dióxido de azufre y prevención de la lluvia ácida; hábitat favorable para el desarrollo de la fauna y contención frente a los incendios salieron a relucir durante la intervención de los ponentes, entre los que asimismo se encontraban Gerard Tsobanian, presidente del torneo; y Joaquín Mollinedo, director general de Relaciones Institucionales, Comunicación y Marca de ACCIONA.
Mención especial en este sentido para la implantación de nuevas variedades cespitosas con menores necesidades hídricas, de sistemas de control de riego en zonas específicas de jugabilidad y la actuación de los campos de golf como cortafuegos naturales de incendios –como se pudo de manifiesto una vez más este verano– gracias al aprovechamiento que hacen las aeronaves de extinción de los lagos, que ejercen comúnmente de reservas naturales de miles de aves que emigran a través de España.
Otro capítulo importante estuvo relacionado con el consumo del agua, donde los intervinientes incidieron en desvincular el riego de los campos de golf con el problema del agua. No en vano, estas instalaciones deportivas riegan en su mayoría (70%) con agua regenerada no apta para consumo humano, que sufre un tratamiento biológico terciario para reutilizarse en los campos de golf en lugar de verterse en acuíferos o directamente al mar, con el consiguiente problema ecológico.
Adicionalmente, se destacó que el Pacto Nacional por el Agua no contempla el consumo de los campos de golf al considerarlo insignificante en comparación con el que se realiza bien sectorialmente, bien globalmente.
En este sentido, salieron a relucir unas cifras –el impacto económico directo e indirecto del golf asciende a más de 12.000 millones de euros anuales; España atrae 1,2 millones de turistas extranjeros y se consolida cómo el líder mundial en la recepción de turismo internacional de golf; el sector genera más de 120.000 puestos de trabajo directos e indirectos, la gran mayoría de calidad; 7 de cada 8 euros (un 88%) producidos se generan fuera de los campos de golf, repercutiendo en otros sectores, como el de servicios– que ponen de manifiesto la aportación de la industria del golf al conjunto de la sociedad española.
Gonzaga Escauriaza, Presidente de la RFEG, manifestó que “el elevado número de campos que utilizan agua regenerada no apta para consumo humano contribuye a generar riqueza, ya que permite una actividad que ayuda a la desestacionalización del turismo. Solicitamos por ello que las Administraciones atiendan a la industria del golf, que ha demostrado desde hace años una clara concienciación medioambiental, lo que redunda en beneficios sociales y económicos, ya que aporta más de 5.600 millones de euros de forma directa al conjunto de la sociedad española”.
Por su parte, Luis Nigorra, Presidente de la Asociación Española de Campos de Golf, destacó que “el Golf desestacionaliza ya que se practica principalmente en primavera y en otoño, lo que ayuda a hacer la actividad turística más sostenible al fomentar la actividad fuera de la temporada de ´sol y playa’. Esto permite que las actividades complementarias al golf se beneficien y puedan desarrollar su actividad durante muchos más meses. Hay que recordar que, además, el Golf es un producto turístico con un gran efecto multiplicador, ya que el turista de Golf gasta 7 de cada 8 euros fuera del campo de golf”.