Jon Rahm, decimoséptimo clasificado al final del primer día con 4 bajo par, se mostraba tenso en el tee del hoyo 1, la procesión iba por dentro, la impuesta obligación de hacerlo bien en el ACCIONA Open de España presented by Madrid y complacer al numeroso público que le apoya desde el mismo inicio de un torneo al que tanto cariño profesa desde que tiene uso de razón.
Envalentonado, su primera vuelta, sin embargo, se saldó con 1 bajo par en el marcador parcial, el lastre de un inoportuno bogey -su único error del día- tras caer a bunker en ese hoyo 18 al que durante el fin de semana se podrá llegar a green de un golpe para incrementar el espectáculo.
La fluidez, la armonía, el reencuentro con su juego demoledor, el equilibrio con su relación con ese público que ansía en todo momento lo mejor, se produjo en la segunda vuelta, un espacio donde tres birdies sin fallo le permitieron acabar con 4 bajo par y seguir aspirando, como el que más, a acabar en la parte más alta de clasificación y consumar ese sueño anunciado de superar a Severiano Ballesteros, ya con cuatro triunfos, en el palmarés del Open de España.
“Que venga tanta gente este día, con puente y con la celebración de la Fiesta Nacional, me llena de orgullo. Hacerlo bien delante de ellos es todo un honor. He jugado muy bien durante la primera vuelta, pero se me han escapado muchas oportunidades de birdie”, razonaba con la templanza que le caracteriza Jon Rahm para dar por finiquitada su primera ronda, faro indiscutible de una ‘armada’ empeñada en asumir un papel deslumbrante en la presente edición del Acciona Open de España.
Durante muchas horas, a pesar del notable papel de Jon Rahm en la jornada inaugural con ese 4 bajo par, ese rol incuestionable lo asumió con palmaria notoriedad Víctor García Broto, un jugador con ganas de incrementar un currículo que posee la Gran Final del Alps Tour en 2021 como mejor logro profesional.
El barcelonés, como una moto, se plantó por la mañana como líder provisional con 7 bajo par cuando encaró el hoyo 17, un punto inhóspito donde no encontró bola, una penalidad pagada con penitencia de doble bogey que cercenó su tarjeta hasta un 5 bajo par y una sexta plaza provisional en cualquier caso sobresaliente.
Quedaba en ese momento, con la ronda de tarde impoluta, todo un mundo, decenas de buenos jugadores a la caza de un liderato complicado pero asequible. Ese deseo multitudinario fue acaparó finalmente por el francés Matthieu Pavon con 8 bajo par, un magnífico resultado que sobresalió en la dura pugna por el primer puesto con el holandés Wil Besseling (-7), el galo Mike Lorenzo, el inglés Eddie Pepperell y el portugués Pedro Figueiredo, en estos casos con 6 bajo par en su casillero, todos ellos, líder y máximos perseguidores, huérfanos de triunfos en el DP World Tour.
Es cierto que todos ellos ejercen de faro de cara a la segunda jornada, con la plena conciencia de que Jon Rahm, Víctor García Broto y compañía tienen grabado a fuego convertir el Club de Campo Villa de Madrid y el ACCIONA Open de España presented by Madrid en una auténtica Fiesta Nacional cuando llegue el domingo por la tarde. Y eso, quieran o no, les pesa.
ANTE EL MICRÓFONO
Jon Rahm (67 golpes, -4): “Me da rabia no haber sumado algún birdie más en la primera vuelta”
“Ha sido un muy buen día de golf. Con mucha gente siguiendo el partido. Es un campo en el que si le pego bien al drive me puedo dejar muchísimas opciones, por eso me da un poco de rabia no haber hecho algún birdie más del 10 al 18. Pero es golf, es lo que hay.
Durante la vuelta me he preguntado que por qué había tantos niños. Luego ya me han dicho que no tenían clase. Yo a su edad hacía lo mismo que ellos. Para mí es un orgullo y un honor que haya niños que quieran ser como yo; a mí me pasaba de pequeño, que quería ser futbolista, incluso por encima de golfista. Uno de mis objetivos es que cuando me retire el golf esté a un nivel más alto que cuando empecé”.
Víctor García-Broto (66 golpes, -5): “Nunca había jugado con tanto público”
“Nunca había jugado con tanto público, ha sido algo muy bonito. Creo que lo más parecido fue la final del Alps Tour, con unas cuarenta personas. Al principio uno se pone algo nervioso porque está poco habituado, pero luego es una sensación muy agradable.
Estoy habituado a jugar un circuito en el que los greenes no suelen estar perfectos, o al menos tan bien como están los de esta semana. Es un gusto. Si tiras bien los putts y los ves bien, van para dentro”.
Santiago Tarrío (68 golpes, -3): “Ha sido un buen test de golf”
“Suelo hacerlo bien en este campo, se me da bien y me gusta mucho. Greenes muy movidos, plataformas pequeñas y hay que ponerla en calle. Creo que se adapta a mi juego. Hoy he jugado muy, muy bien, cogí dieciséis greenes y apenas he fallado un par de golpes. El único bogey que he hecho ha sido en el hoyo más fácil del campo. El campo estaba exigente, con banderas complicadas, por lo que ha sido un buen test de golf”.
“Llevo diez semanas con Diego Suazo en la bolsa y de momento lo llevamos bien, aunque habría que preguntarle a él (Risas). Él es un gran trabajador y no es fácil aguantarme. Se está acostumbrando a cómo pienso y cómo veo los golpes, porque soy un tío que no doy golpes medio normales, por así llamarlos”.
ALREDEDOR DE GREEN
Eduardo de la Riva, un caddie con estrella
Víctor García-Broto ha sido uno de los hombres del día. Nada, ni siquiera el inoportuno doble bogey al 17, le ha arrebatado la sonrisa al término de la ronda a este jugador del Pro Spain Team que obtuvo su billete en la previa clasificatoria celebrada hace apenas diez días en el Centro Nacional de Golf.
Una de las claves de su magnífica tarjeta de 66 golpes puede residir en los sabios consejos de su caddie ocasional, el profesional Eduardo de la Riva, un jugador con 210 participaciones en el Tour a sus espaldas. Se conocían de El Prat, habían jugado algunas vueltas de prácticas juntos y Víctor pensó: “¿quién mejor que Eduardo para llevarme la bolsa en el Open?”. Ahí empezó todo.
Mike Lorenzo-Vera busca la primera
Los números de Mike Lorenzo-Vera en el DP World Tour son más que respetables: 262 torneos disputados, treinta puestos de Top 10 y muchos domingos jugando entre los mejores, pero… se le resiste la primera victoria. Se da la circunstancia de que no es el primer Open de España en el que el jugador francés está arriba en los primeros días de juego, es un torneo que se le da bien y en el que se maneja como en casa; no en vano habla fantásticamente el castellano. Ahora quiere seguir por esa misma línea, pero con un final feliz.