Jon Rahm ha brindado un nuevo domingo de pasiones al aficionado español, y lo ha hecho en una de las citas marcadas en rojo en el calendario, el WGC – Mexico Championship. Tras su vibrante tercera ronda, saldada con un espectacular 61, el español llegó a verse colíder mediada la jornada final, pero finalmente no pudo seguir el ritmo de un inspirado Patrick Reed.
Esta cuarta y última manga comenzó con un Rahm desatado arrastrado por la corriente positiva del eagle al 17 del sábado. Cuatro birdies en los cinco primeros hoyos le dieron vuelo hasta tal punto que llegó a coliderar junto al sudafricano Erik van Rooyen. Mientras, Justin Thomas, primer líder del torneo, naufragaba en mar revuelto.
Pero la máquina de birdies de Rahm perdió fluidez en los segundos nueve hoyos, en los que solo contó un par que se vieron neutralizados por otros tantos bogeys. En cambio, Patrick Reed sacó brilló al putter en ese trance final para poner tierra de por medio con pajaritos en los hoyos 15, 16 y 17. Hasta se permitió el lujo de despachar el 18 con bogey.
Finalmente, triunfo para el estadounidense (-18) con un impacto de renta sobre su compatriota Bryson DeChambeau (-17), que aún lamenta ese bogey al 17, y tres sobre Rahm y el propio Van Rooyen, ambos con -15. Rafael Cabrera, por su parte, ha concluido en el puesto 16 con -7.
Giro de guion en la tercera jornada con un Rahm espectacular
Jon Rahm dio un giro de 180 grados a su semana en el WGC – Mexico Championship con una tercera tarjeta espectacular -61 golpes- coronada por un impresionante eagle en el hoyo 17. A falta de una vuelta, el español era cuarto a cuatro golpes de Justin Thomas.
El jugador vasco firmó su mejor ronda como profesional que, de paso, le valió para batir el récord del campo de Chapultepec Golf Club. Nueve birdies -seis de ellos en los siete primeros hoyos- fueron calentando la vuelta de Rahm, que pasó de genial a histórica en ese hoyo 17 atestado de público.
El de Barrika pegó un golpazo con el wedge que botó una vez antes de entrar limpiamente en la cazuela para júbilo de un público muy volcado toda la semana con él.