Jon Rahm es un jugador con capacidad para convertir sus triunfos en auténticas gestas, como ganar el Mutuactivos Open de España por segundo año consecutivo, con cinco golpes de margen sobre el segundo clasificado, Rafael Cabrera-Bello, y con un resultado de 22 bajo par.
Cada uno de los apartados que aparecen en el enunciado anterior incluye en su seno un nuevo reto al alcance sólo de unos pocos con el genio, el ingenio y la desbordante capacidad de Jon Rahm, que ha sumado su tercer título del año y el décimo de una incipiente carrera profesional -incluyendo una Ryder Cup- que comenzó en julio de 2016.
El conjunto de su sensacional actuación en el Club de Campo Villa de Madrid obligó a consultar todo tipo de archivos para constatar que nos encontramos ante un jugador especial, de unas dimensiones todavía por concretar, con un futuro y una capacidad inabordables.
Jon Rahm volvió a cumplir uno de sus sueños, ganar dos veces el Open de España, además consecutivas, como hiciera Max Faulkner en 1952 y 1953, el último en alcanzar la doble gloria seguida, buena prueba de la dificultad que entraña ser el mejor en este torneo.
El golfista vasco ha igualado además, con 22 bajo par, el resultado ganador más bajo en un Open de España, que ostentaba Kenneth Ferrie en la edición de 2003, en aquel entonces campeón en desempate frente a Peter Hedblom y Peter Lawrie.
“El calor del público español es sólo comparable a lo que siento en la Ryder Cup…”, “desde el hoyo 1 todo ha sido increíble…”, “al final he querido ser egoísta y disfrutar yo de ellos en los cinco últimos hoyos…”, “¿Cómo no voy a venir el año que viene?, aseguró con visible felicidad en la rueda de prensa posterior a su incontestable triunfo.
Con cinco golpes de renta al inicio del día sobre Rafael Cabrera-Bello y Samuel del Val, sus compañeros en el partido estelar, Jon Rahm ratificó las bases de su nuevo triunfo por las bravas, sin concesión alguna, exhibiendo una agresividad en su juego ajena al conservadurismo, alegre y confiado en ofrecer lo mejor de sí mismo en cada uno de sus golpes, generando oleadas de pasión en los miles de aficionados agolpados a su paso.
El eagle del hoyo 16 de la tercera jornada que le dio alas apenas 24 horas antes tuvo continuidad con otro eagle, esta vez en el 4, la primera de las numerosas ovaciones que jalonaron su juego.
Apenas unos minutos después acumuló nuevo acierto, en este caso un birdie en el hoyo 5 que ensanchó ya de forma inexorable una ventaja que no paraba de crecer a pesar de los muchos esfuerzos de Rafael Cabrera-Bello y Samuel del Val, cuyos buenos golpes durante toda la semana, muchísimos de ellos en la última ronda, con mención especial para la recta final del canario, cinco birdies en los últimos seis hoyos, fueron recompensados con la segunda y la tercera plaza para completar el podio español.
Por si fuera poco, el festival español contó con la vibrante aportación de Adriá Arnaus, cuarto clasificado; de Sergio García, séptimo, y de tantos y tantos otros que volvieron a convertir al golf español en referencia dentro de European Tour.
Decidido muchos hoyos antes de su conclusión, el torneo se transformó gracias a todos en una emotiva exhibición donde, por encima de muchas cosas, volvió a ganar el golf, convertido de nuevo en espectáculo de masas, esos miles de aficionados que ya han anotado en su calendario una nueva cita imperdible, 15 al 18 de octubre de 2020, cuando el Mutuactivos Open de España vuelva a disputarse en el Club de Campo Villa de Madrid.