Normalmente toda nueva sección, ya sea de libro, revista, supermercado, feria etc, …debe comenzar con alguien/algo que represente o en él que confluyan las principales características de lo que se quiere presentar, publicitar, vender… Si en este caso queremos hablar sobre vidas ejemplares dentro del Mundo del Golf, un deporte que se asocia directamente con la educación, la elegancia y el decoro, John Patrick “Wild Thing” Daly, (su apodo ya nos hace a la idea de la clase de angelito que es…) es la última persona de la que deberíamos contar algo…. ¡¡Pero sería un pecado no hacerlo!! Así que comencemos este nuevo recorrido con este peculiar personaje, ejemplo perfecto de los altibajos que da la vida. Haciendo un juego de palabras sería un auténtico “Golf-eras”.
John P. Daly, nace en Charmichael, California en abril de1966. A la edad de 4 años se traslada a Dardanelle, Arkansas y a los 5 años empieza a jugar al golf. Mientras el resto de los chavales de su edad jugaban a las canicas, él ya recolectaba premios de golf y tomaba cantidades exorbitantes de sustancias ilegales y bebía ríos de cerveza, principal causa del alcoholismo que sufre desde temprana edad y del que ha intentando salir pero no ha conseguido todavía . Todo ello consecuentemente acompañado de innumerables problemas y enfrentamientos con la autoridad, está claro.
Se hace profesional en 1987, iniciando su nueva condición ganando a la primera de cambios el Missouri Open. Ya estaba perfeccionando el golpe que le iba a hacer famoso para la historia de este deporte, el “Long John” un impresionante drive de 270 metros, y que, a la edad de 25 años, le haría ganar el PGA de 1991, con 11 golpes de ventaja sobre nuestro querido y nunca olvidado Seve Ballesteros, y con 29 años, el Open Británico de 1995 por delante de Constantino Rocca. Cuando le preguntaron cual era su secreto, tranquilamente contestó: Cerveza y antes de cada golpe mi caddie me grita: Kill, Kill (mata, mata). Estos fueron sus campeonatos más importantes dentro de una carrera que parece una montaña rusa con subidas espectaculares y caídas sin fin, con infinitas rehabilitaciones y vueltas al ruedo, imitando al diestro Curro Romero. Se le ha dado muchas veces por muerto, golfísticamente hablando, pero ahí sigue, en la cresta de la ola.
Dentro de este disparate de vida, muy Rock’n’Roll Style (ha llegado a cantar una canción con Kid Rock, e incluso grabado 2 discos en solitario, de los cuales no puedo hablar, no los he oído ya que me da escalofríos pensar su forma de cantar) esta vida, tanto física, emocional y financiera se podría nombrar como la gran banda australiana de los hermanos Young: AC/DC (Alcoholismo Casinos / Divorcios Caridad)
Alcoholismo: Ya comentamos antes su adicción al brebaje de todas las graduaciones (en especial la birra, enamorado absoluto). Este exceso le hizo operarse poniéndose un anillo en el estómago ya que el peso (llegó a pesar 127 kg) y volumen que estaba cogiendo adquiría tamaño elefancíaco(hay que recordar que la entrevista que hizo para anunciar tal operación la hizo en cueros y descalzo, cosa que no hizo mucha gracia a los acólitos del golf). Todos sus intentos por abandonar el hábito han fracasado, eso sí siempre acompañado con un cigarrito.
Casinos: Otras de sus aficiones favoritas. Su ludopatía no tiene límites, ha perdido grandes fortunas en noches largas de juego. En 2006 llegó a reconocer que había perdido en los últimos 12 años más de 50 millones de euros (en Las Vegas, en 5 horas de juegos en las tragaperras llegó a perder 1,5 m). Aunque alguna vez que otra también ganó, como la famosa noche del Casino de Melbourne donde se llevó un pastonazo en el Blackjack, cuando paradójicamente en el green había rozado el ridículo.
Divorcios: Una fantástica de colección de divorcios que, imagino, no ha ayudado mucho a su salud financiera. Por ahora lleva cuatro (Dale Crafton (m. 1987–90), Bettye Fulford (m. 1992), Paulette Dean Daly (m. 1995–99), Sherrie Miller (m. 2001–07). Su pasión por las mujeres y pasar por el altar creo que no acabará aquí…
Caridad: Todo diablo tiene su reverso bonachón, y John también. Aunque despilfarre millones en mujeres, alcohol, juego y divorcios, tiene un gran lado humano. Es conocido sus grandes aportaciones monetarias a diversas Asociaciones benéficas, universidades y hospitales. Todavía se recuerda los 30.000 $ que donó a la familia de un hombre que murió de un rayo durante el PGA que ganó en el 91’.
Genio y figura hasta la sepultura como diría el refrán (que a este hombre o cambia o le va llevar pronto), este personaje, que a pesar de sus continuos encontronazos con las jerarquías golfísticas y a que va perdiendo poco a poco el respeto de sus compañeros, sigue aferrándose a su realidad alternativa porque sabe que aún cuenta con algo que nadie le podrá arrebatar jamás: el cariño del público. Para los norteamericanos, “Wild Thing” es su héroe del pueblo, un paleto redneck de Arkansas que no se le da corte ninguno en lucir su estrafalario aspecto en los santuarios más exclusivos, un colega con el que compartirían de buen grado unas latas de cerveza, y un cigarrito…. Eso sí, habría que encarcelar a su peluquero…