El madrileño Gonzalo Fernández-Castaño, que ha aterrizado en Valencia tras un maratoniano vuelo desde Estados Unidos con escalas en Orlando y Londres tras protagonizar uan buena actuación en el Masters de Augusta, ha elogiado el campo de Golf Parador de El Saler, del que ha dicho que “es una obra de arte que hay que conservar como si fuera un Picasso o un Dalí”.
El golfista español, uno de los protagonistas del reciente ‘Grande’ disputado en Estados Unidos, se mostró “expectante por ver cómo ha preparado el campo la RFEG y el personal de El Saler”.
“Es mi campo preferido en España, es un diseño indescriptible, de los que ya no quedan”, insistió el madrileño antes de admitir que llega “cansado psicológicamente tras una semana en Augusta, pero con muchas ganas de hacerlo bien”. Según sus propias palabras, llega a Valencia en su mejor momento de forma, aunque si tiene que señalar un favorito, apuesta por Sergio García.
Además, el madrileño calificó su actuación en Augusta como de “bastante buena”, aunque le dejó un sabor agridulce. “Estuvo bien, pero me he ido de allí con la espinita de no haberlo hecho aún mejor, especialmente el último día. No llegué a patear del todo bien”, comentó
Tras jugar dos torneos en Estados Unidos –el Valero Texas y el Masters– Gonzalo Fernández-Castaño afronta un Open de España al que le tiene ganas. Ha demostrado que se encuentra en un gran momento de forma y, pese a que está centrado en hacerse un hueco en el PGA –“es mi gran objetivo para este año”-, no quiere dejar de hacerlo bien en su país.
“Estoy muy contento de estar en Valencia, algo cansado por el viaje desde Augusta, pero feliz por jugar en España. Desde febrero he pasado aquí solo cinco días. Ya he comido una paella riquísima y voy a disfrutar mucho esta semana.
El Saler es un campo espectacular, he jugado mucho aquí, aunque hace como siete años que no vengo. Es probablemente el mejor campo de España, una obra maestra de nuestro diseñador insignia, Javier Arana. Tengo mucha ilusión de jugarlo, es mi favorito, y creo que la Federación ha hecho un gran trabajo para que esté en perfectas condiciones.
Es un campo indescriptible, de los que ya no quedan, obra maestra que hay que conservar y cuidar como si de un Goya o un Picasso estuviéramos hablando. Me gustaría que hiciera viento, es la gran defensa de El Saler, sería un gran espectáculo. Como los buenos campos, premia los buenos golpes y penaliza los malos.
Me siento muy satisfecho de mi juego en las últimas semanas. Me ha quedado una espinita con el Masters porque pienso que podía haberlo hecho mejor, pero pese a todo, he estado ahí el fin de semana en mi segundo Masters, y pude jugar con Tiger el sábado. Ya lo había hecho, pero en Augusta era más especial.
Fue un día raro porque desde primera hora de la mañana había una seria posibilidad de que Tiger fuera descalificado. Por un lado, es una pena que se tenga que ir un jugador por un error sin mala intención, pero con las reglas en la mano, era lo que parecía que iba a ocurrir. Así que estaba mentalizándome para jugar solo y me sorprendió que finalmente no fuera descalificado. No conocía la regla que aplicaron pero si está ahí y se pueden acoger a ella, tengo que respetarlo aunque no las tengo todas conmigo sobre si se podía aplicar o no.
Tenía curiosidad por cómo le iba a recibir el público y fue espectacular el apoyo que recibió, además hizo birdie en el hoyo uno y creí que me pitaban los oídos del griterío. Es un día que recordaré siempre.
Ha sido un Masters muy especial y lo importante es que el final no se vio empañado por toda la polémica. Los dos eran dignos merecedores de la chaqueta verde, tanto Adam Scott, por lo mal que lo pasó después del Open Británico, como el Pato Cabrera que hubiera sido muy bonito que ganara el Masters con su hijo llevándole la bolsa.
Estoy muy activo con el Twitter y tras la primera jornada del Masters recibí un tweet de Gary Player felicitándome por la vuelta y dándome algunos consejos sobre el putt. Me hizo mucha ilusión, nos cruzamos varios mensajes pero al final no pudimos coincidir.
El tercer puesto de Bay Hill fue una gran alegría ya que ha sido el primer buen resultado que he conseguido en suelo americano, además jugué con Tiger el sábado que siempre es especial. También me emocionó el momento en el que Arnold Palmer te saluda y te agradece que juegues su torneo, se te pone la piel de gallina.
Tiger ha recuperado el número uno y por cómo le he visto jugar va a ser difícil relegarle. Rory McIlroy no está en su mejor momento, pero si se recupera, puede ser un duelo muy bonito. Tampoco descartaría a otros jugadores como Adam Scott, que con esta victoria en Augusta puede ganar mucha confianza y ganar más Grandes.
Es una pena que solo tengamos un torneo este año en España y por ese motivo estoy aquí, ya que si hubiera sido otro hubiera descansado. Pero es el Open de España y sé que Reale y todos los patrocinadores junto a la Federación han hecho un gran esfuerzo por mantenerlo en el calendario, así que hay que apoyarlo.
Hay grandes jugadores esta semana, Sergio García, Chema, Alvarito Quirós… mi record en el Open e España no es el mejor y llego cansado, una semana de Major es muy dura, pero si el juego corto y el putt están bien, puedo estar ahí.
Me encantaría jugar el Circuito Americano, es la gran liga del golf. Lo tengo al alcance de la mano pero aún tengo que jugar algunos torneos para conseguirlo. A partir de septiembre empieza la clasificación para la Ryder Cup y ese sería otro de mis grandes objetivos.
Sería estupendo y muy merecido que Olazábal recibiera el Premio Príncipe de Asturias, como en su día lo recibió Severiano Ballesteros. Además de su palmarés él representa muchos valores importantes como el trabajo y el esfuerzo. Últimamente se lo han dado a futbolistas, hace un par de años con mucha razón, el año pasado fue raro y si de verdad los Premios desean tener el prestigio que siempre han tenido, deberían premiar a Chema.