Presidente de la RFEG entre 1988 y 2008, impulsó este deporte de manera decisiva
Emma Villacieros, Presidente de la Real Federación Española de Golf entre noviembre de 1988 y noviembre de 2008, Presidente de Honor de este organismo federativo desde ese momento, ha fallecido en Madrid a la edad de 86 años.
Figura imprescindible en el desarrollo del golf en España, contribuyendo de manera decisiva a su crecimiento y normalización dentro de nuestro país, Emma Villacieros dedicó toda su vida a este deporte desde las más variadas facetas, encaminando todos sus esfuerzos para conseguir lo que hoy en día es una realidad: popularizar el golf en la sociedad española, un objetivo para el que contó en todo momento con la colaboración de todos los estamentos de este deporte.
Nacida en San Sebastián el 1 de enero de 1932, con un carácter y una personalidad arrolladora que le animaban a emprender todo tipo proyectos, Emma Villacieros pilotó la conversión de una actividad deportiva que porcentualmente creció como ninguna otra en España durante sus sucesivos mandatos, con poco más de 45.000 federados cuando accedió por primera vez a la Presidencia, en noviembre de 1988, hasta los más de 330.000 cuando la abandonó veinte años después, cifras asimismo parejas en el caso de los campos de golf, 91 en el año 1989 y más de 300 en 2008.
La construcción de campos públicos a lo largo y ancho de toda la geografía española formó parte de sus prioridades desde el principio, una gestión que ya comenzó a dar verdaderamente sus frutos con la inauguración en 1995 de Can Sant Joan, La Llorea y Abra del Pas.
La creación y consolidación de una Escuela Nacional de Golf –primero en El Escorial, posteriormente en Madrid– constituyó también una de sus primeras actuaciones con el objetivo de cimentar las bases de este deporte y proveerle de las mejores condiciones formativas para conseguir el éxito.
La celebración de la prestigiosa Ryder Cup en 1997 en Valderrama como punto álgido dentro del ámbito profesional –la primera vez que salía de las Islas Británicas– y la denodada e incansable lucha por convertir al golf en deporte olímpico constituyeron dos grandes empresas hechas realidad gracias a su indudable aportación.
Adicionalmente, la creación del Centro Nacional de Golf en Madrid –que inauguró S. M. el Rey Juan Carlos I–, un campo público y popular, sede de la RFEG, de todo tipo de torneos amateurs y profesionales y de las más variadas actividades golfísticas, formó parte desde siempre de su listado de objetivos principales, acompañados, felizmente, por los muy numerosos éxitos deportivos de los golfistas españoles tanto amateurs como profesionales, situados en las posiciones de privilegio del golf mundial de manea habitual.
Emma Villacieros trabajó también con ahínco en el progresivo cambio de mentalidad de las distintas Administraciones Públicas con respecto al golf, afortunadamente mucho más concienzadas de los beneficios deportivos, sociales, económicos, turísticos y medioambientales de este deporte.
Jugadora muy activa de golf, ingresó en la RFEG en 1965 como responsable del Comité Técnico Femenino con un bagaje asentado en sus numerosos éxitos deportivos: cinco veces campeona de España amateur, dos veces subcampeona de Europa amateur, Medalla de Oro del Campeonato del Mundo y dos veces campeona de Europa amateur, ambas como capitana, campeona de Europa seniors por equipos en 1996, etc.
Presidenta de la Federación Internacional de Golf Femenino entre 2006 y 2012, Vicepresidenta de Honor del European Tour en 2009, la dedicación y entrega de Emma Villacieros fueron reconocidas en muchas ocasiones, con mención especial para distinciones tan importantes como La Encomienda de Isabel La Católica, la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, el Premio Nacional del Deporte y la Medalla de Oro al Mérito en Golf.
Todos los miembros de la RFEG trasladan su pésame a los familiares y amigos de Emma Villacieros. Descanse en paz.