Hoy nos encontramos con un campo largo de calles anchas y bien definidas, sobre un terreno llano, fácil de caminar, donde el agua tiene una presencia importante pero sin excesos… Hablamos de Santana Golf y entrevistamos a su director, Salva Jaime Gallardo, orgulloso de gestionar un gran campo, dotado de amplios senderos, integrados perfectamente en armonía con la inmensa arboleda frutal…
Golf Circus (GC): Buenos días, Salva Jaime. Vamos con la primera pregunta: ¿Desde cuándo está en crisis la industria del golf?
Salva Jaime (SJ): Desde mediados de 2008, que fue cuando se produjo la implosión, como consecuencia de la debilidad del sistema financiero del mundo occidental. Luego siguieron años realmente malos, y el momento más preocupante fue la transición entre 2010 y 2011. Parecía que se acercaba el fin del mundo…
GC. Parecía… ¿Es que ya hemos salidos de la crisis?
Ni total ni definitivamente. Pero sí es cierto que hemos mejorado bastante con respecto a ese periodo tan difícil. Estamos vislumbrando la salida, al menos hay mayor actividad, y ello es un indicio de algo positivo. Ya sabes lo de la luz al final del túnel…
GC. ¿Qué estamos haciendo?
SJ: La respuesta está en qué es lo que está ocurriendo. Y lo que está sucediendo es simplemente que a un periodo de crisis le sigue otro de expansión. Es pura lógica. Después de la tormenta, viene la calma. A ello hay que sumar que los acontecimientos del norte de África y la casi desaparición de destinos como Egipto, Túnez y ahora también en cierta medida Turquía, está suponiendo una bomba de oxígeno extraordinaria para nuestro turismo. La debilidad del Euro también está teniendo consecuencias muy positivas puesto que el mercado británico está retornando a los números de hace una década.
GC.: Entonces, hemos reaccionado bien ante la crisis
SJ: Bueno, eso es otra historia. Por parte de la iniciativa privada, así, así, porque se ha hecho de todo; incluido muchas locuras. Por parte de la administración e instituciones públicas, evidentemente no, porque aparte del rancio discurso de siempre bla, bla, bla; se ha hecho poco y muy malo. Un ejemplo, la subida del tramo del IVA. Eso fue una burrada sin precedentes. Se ha condenado al sector a la miseria más absoluta. Esa medida ha sido la estocada definitiva que convierte al golf en un negocio de dudosa rentabilidad. Son poquísimos los campos que hoy en día aportan un retorno, y por lo tanto casi no hay nuevos inversores.
GC: ¿Y qué podría hacerse?
SJ: En mi opinión, buscar la excelencia. Los campos de golf debemos apostar ciegamente por nuestro producto y defenderlo en el mercado. Pero sin olvidar que estamos dentro de la industria de los servicios y por lo tanto no debemos escatimar esfuerzos en ofrecer a nuestros clientes lo mejor de nosotros. Hay gurús que opinan que ante la situación de crisis, la primera y más elemental medida es reducir costes. Esto significa que al reducir personal, materiales y medios en general, los campos empeoran en todos los aspectos, y ¡bingo!, los golfistas vendrán de todos los confines del planeta y pagarán más por menos. ¡Qué ironía! En las situaciones difíciles es donde debemos sacar los mejor de nosotros. Debemos tener iniciativas valientes y apostar por ellas.
GC: Y en Santana Golf, ¿cómo estáis en la actualidad?
SJ: Extraordinariamente bien. Las cifras de negocio se aproximan al período pre-crisis y ello es una buena señal.
GC: ¿Cuál es la fórmula secreta?
SJ: Nosotros tuvimos muy claro desde el principio que debíamos colocar nuestro producto en el mapa con unos signos de identidad propios; diferenciándonos del resto. Así que trabajamos en la promoción de nuestro magnífico recorrido, extraordinariamente bien presentado en cualquier época del año, y en el servicio de primera clase hacia nuestros clientes. La idea era construir una gran marca, con atributos asociados a la calidad que garanticen la sostenibilidad en el futuro, más allá de los vaivenes del mercado. Ahora somos un referente en la industria. La marca Santana Golf es una marca muy potente.