Entrevista a Peter Gustafsson

Peter Gustafsson es un profesional sueco de 38 años afincado en Andalucía, concretamente en la Costa del Sol. Ha sido jugador del European Tour y actualmente se está preparando para conseguir su sueño, jugar el PGA Tour.

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Golf Circus. Bueno, Peter lo primero que hay que preguntarle a un sueco que se viene a vivir a Andalucía es ¿por qué decide afincarse aquí en La Costa del Sol?
Peter Gustafsson. La verdad es que es sencillo “I love Spain”, esa frase lo resume todo. La primera vez que vine a España fue en el año 1998 y desde entonces he venido siempre por temporadas a jugar al golf. En el año 1999 me hice profesional y entonces decidí venir a entrenar aquí y quedarme durante 3 ó 4 meses pero cada vez las temporadas eran más largas. En el año 2007 decido comprar una casa en Marbella y fijar aquí mi residencia. He jugado al golf en 58 países y creo que Madrid es la mejor ciudad del mundo. España es mi casa.

Golf Circus.Sabemos que ahora estás entrenando para recuperar la forma, ¿en qué punto estás?
Peter Gustafsson. He tenido años muy duros pero ahora estoy recuperando la forma tanto física como mental. Hay muchos jugadores que pueden tocar la bola en el driving range pero ahí no pierdes ni ganas nada, necesitas jugar torneos para recuperar tu toque y entrenar la mente. Este es el motivo de jugar todos esos torneos en América del Sur, es el mejor camino para entrar a jugar el Circuito Americano, ese es mi principal objetivo y mi sueño.

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Golf Circus.Nos has contado que hace un par de años tuviste un bajón en tu juego, ¿qué importancia le atribuyes al factor psicológico?
Peter Gustafsson. Pues creo que parte de tu juego, la confianza es una parte fundamental del juego sino la tienes, por los motivos que sean y, pueden ser muy variados, las lesiones, problemas personales, etc… el juego se resiente enormemente. En mi caso empecé a sentir que no podía moverme en el campo mi cuello cada vez estaba peor, pero ahora que ha pasado, creo que tenía que haberme parado y dejar de jugar. Al final me fui a Suecia para ponerme en manos de un fisioterapeuta que lo primero que me dijo es que no tocara el palo. Empecé a hacer una rehabilitación muy suave a base de movimientos simples como levantar el brazo y cosas así y la verdad es que me funcionó.

Golf Circus.Tienes 38 años y aunque todavía te quedan años de carrera en el golf, ¿qué has pensado hacer cuando te retires?
Peter Gustafsson. Me gustaría seguir vinculado a lo que yo conozco que es el golf y tengo varios proyectos, también colaboro con una fundación con niños en la República de Moldavia que se dedica a procurar asistencia tanto médica como psicológica a niños huérfanos con discapacidades.
Hoy en día parece que ya está todo inventado así que hay que dar un valor añadido a los negocios y ofrecer cosas que sean novedosas. Uno de mis proyectos es una empresa que se dedicará a organizar viajes de golf donde la gente puede jugar con profesionales. Esto es más que un viaje para jugar al golf ya que lo que se intenta es vender una experiencia, la mía y la de otros profesionales e intentar transmitirla a los clientes.

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Golf Circus.Ahora que los sponsors y los torneos escasean,¿cómo lo estáis notando los profesionales del golf?
Peter Gustafsson. Bueno, como decía aquella película, siempre nos quedará el PGA en Estados Unidos; allí no tienen problemas de dinero. Está claro que los tiempos son duros en Europa pero yo me considero afortunado porque tengo el patrocinio de Sierra Park Club, el apoyo de campos como Los Naranjos o San Roque, donde realizo mis entrenamientos con Tomas Johansson.

Golf Circus.Y por último la pregunta obligada, por qué siempre llevas gorro?
Peter Gustafsson. Si te digo la verdad fue una operación de marketing totalmente involuntaria. La primera vez que me lo puse fue para jugar en Costa Rica por el calor pero después no sé por qué lo seguí llevando hasta que un día me di cuenta de que se había convertido en mi seña de identidad y de que la gente me reconocía por el sólo hecho de llevar el gorro, cuando me lo quito no me conocen (ríe).

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