Entrevista a Pablo Mansilla, presidente de la RFGA

Se cumple un año y medio desde que eres Presidente de la RFGA, ¿podrías hacernos balance desde tu llegada?

El balance, sin duda, es muy positivo. En este año y medio hemos formado un gran equipo, estamos trabajando con muchas ganas, tenemos muchos proyectos muy bonitos y, cada vez, intentamos ser más ambiciosos.

A nivel deportivo, el balance es estupendo. Las más de 160 competiciones que la Real Federación Andaluza de Golf organiza al año están siendo, en términos generales, un éxito de participación. Tenemos un calendario cada vez más completo, desde nuestro circuito de promoción para los más pequeños (Pequecircuito), hasta el Circuito Senior, que se llena en cada campo que visita y estamos prestando una especial atención a nuestras jugadoras, a los niños y handicaps altos, para facilitarles el acceso al golf.

Por supuesto, tenemos grandísimos jugadores profesionales, como Miguel Ángel Jiménez, Scott Fernández, Álvaro Quirós o Azahara Muñoz que no dejan de darnos alegrías y, además, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Sin ir más lejos, hoy por hoy, tenemos a dos andaluces, Ángel Hidalgo y Víctor Pastor, medallistas de bronce en el último Campeonato del Mundo, y Andalucía es de nuevo, después de catorce años, vencedora del Campeonato Interautonómico de España Absoluto Femenino.

En cuanto al Comité de Promoción, estamos trabajando para que Andalucía sea un referente en apoyo al golf juvenil y de base, con iniciativas como el programa ‘Golf Joven’, que está siendo un éxito gracias a los 43 campos que se han unido a él.

Pablo Mansilla

¿Cómo ha funcionado el programa “Golf Joven” durante 2018?

Cada vez más jugadores acuden a los campos solicitando jugar bajo las condiciones de este programa, y así vamos creando cada vez más tráfico de jóvenes golfistas entre clubes andaluces haciendo, además, que nos posicionemos como el destino ideal para disfrutar de vacaciones y golf en familia.

En este mismo sentido, a finales de junio celebramos la primera edición de los torneos interescolares de Andalucía, en los que tanto niños que ya juegan al golf, como otros muchos que acaban de conocerlo a través del programa ‘Golf en Colegios’ jugaron por primera vez representando a sus centros escolares.

Háblanos de los planes de futuro y nuevos proyectos de la RFGA

Nuestro objetivo es continuar trabajando en esta línea, para que los federados, nuestros campos y el mundo del golf en general nos sientan como una entidad cada vez más cercana y, al mismo tiempo, ir eliminando las barreras que el golf puede tener para esas personas que todavía son ajenas a él.

Queremos facilitar el acceso a nuevos jugadores y hacer el deporte más sencillo y divertido para los que ya han empezado a practicarlo. Así, además de dirigirnos a nuevos colectivos y fomentar campañas de promoción como las “Friends Cup”, de la mano de la Real Federación Española de Golf, queremos fomentar las actividades para jugadores de quinta categoría a nueve hoyos, de tal modo que puedan perder el miedo a la competición e ir bajando de handicap hasta tener el nivel suficiente para acceder a otro tipo de competiciones.

En cuanto a grandes eventos, y gracias a nuestras instituciones, con las que estamos trabajando de forma muy estrecha, Andalucía recupera su sitio como sede de grandes torneos y hemos disfrutado del Andalucía Valderrama Master, el Andalucía Costa del Sol Open de España Femenino en La Quinta y la final del Circuito EuroPro en Desert Springs. Estos torneos, al igual que el Andalucía Costa del Sol Match Play 9 o el Alps de Andalucía, además de mostrar nuestro destino de golf al exterior haciendo que continúe creciendo la industria turística, nos permite crear referentes y acercar nuestro deporte a esas personas que todavía lo ven como algo lejano.

Has participado como árbitro en un major, como es el Open Británico, ¿qué tal la experiencia?

Iba a decir irrepetible, pero espero que no sea así. Ya solo acudir como espectador a un major es un experiencia inolvidable, imagina si además formas parte de ello como árbitro.

El ambiente, el público, el campo, todo respira cultura de golf. Y nunca has visto tantas personas juntas en un campo. Quizás el recuerdo más vivo sea el del sábado, en el que me asignaron como árbitro del grupo de Justin Rose y Kiradech Aphibarnrat. Cuando entras al tee del 1, completamente rodeado de gradas, y ves a una multitud expectante, que rompe a aplaudir en cuanto aparece Rose, se te forma un nudo en el estómago. De veras que no sé cómo son capaces los jugadores de pegarle a la bola sin que les tiemble el pulso.

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