Tras superar las adversidades climáticas del pasado año, El Real Guadalhorce Club de Golf afronta esta edición con mayor experiencia, importantes mejoras en el recorrido y la ilusión de consolidarse como una referencia internacional en el calendario del golf femenino. Ignacio Sánchez, director del club, nos detalla cómo se está viviendo este proceso desde dentro.
¿Cuál es el estado actual del campo y qué mejoras o trabajos específicos se están llevando a cabo de cara al torneo?
Encaramos esta edición con la ventaja de la experiencia, pero también con un importante esfuerzo de recuperación tras las fuertes lluvias que afectaron la zona en otoño y de nuevo en marzo. El año pasado llegamos al Open casi contra reloj, volcados en tareas urgentes de limpieza y acondicionamiento. Este año estamos trabajando más a fondo en todo lo que no se ve: pinchado de calles y greenes, recuperación del perfil del suelo y saneamiento de las zonas afectadas.
Una de las claves del proceso será la intervención con la máquina Sand Master, prevista para julio. Es una máquina muy potente que realiza cortes en la tierra e inyecta arena, lo que ayuda a romper los perfiles compactados y mejorar el drenaje y la salud del césped. Nos permitirá acelerar la recuperación de las calles tras la entrada de lodos por las riadas.
Además, el club afronta una ambiciosa reforma de los bunkers próximos a green, unos 5.000 metros cuadrados. Los vamos a limpiar, drenar y remodelar casi por completo. Es una intervención muy importante que mejorará mucho el recorrido.
Será el segundo año consecutivo acogiendo el torneo, ¿cómo influye la experiencia del año pasado en la planificación y la preparación de esta edición?
La experiencia del año pasado ha sido clave para planificar esta edición con mayor tranquilidad. Ya sabemos lo que el circuito necesita, qué tiempos manejan y cómo adecuar las instalaciones. Queremos que las jugadoras se sientan cómodas y que la experiencia sea excelente tanto para ellas como para sus acompañantes y para los visitantes.
¿Qué es lo que valoran más las jugadoras y qué se busca potenciar este año para ofrecer mayor nivel competitivo?
El feedback de las golfistas en la primera edición fue muy positivo. Valoraron especialmente la calidad de los greenes y la comodidad de las instalaciones. Además, cuidamos mucho su privacidad y acceso exclusivo a vestuarios. Se sintieron muy bien tratadas y eso es fundamental.
Para esta edición, el club apostará por mantener la bermuda como superficie dominante, especialmente en los alrededores de green, lo que añade dificultad y exigirá precisión en el juego corto. Queremos respetar el ADN del club y dar a las jugadoras un reto diferente: si no tocas la bola con precisión, el castigo será mayor, porque la pelota seguirá rodando. Será un campo más rápido, más firme y probablemente con más viento, lo que puede elevar la tensión competitiva.
¿Qué impacto tuvo la celebración del Open en términos de visibilidad? ¿Y para los socios?
El Open de España no solo ha supuesto un desafío organizativo, sino una gran oportunidad para el Real Guadalhorce a nivel de visibilidad y proyección internacional. La repercusión mediática fue enorme. Muchos socios se emocionaron al ver su club en televisión y eso genera orgullo de pertenencia. Además, hemos notado un mayor interés por parte de turoperadores y agencias internacionales que quieren trabajar directamente con nosotros.
El torneo ha permitido posicionar al club más allá de su reputación local. Ya no somos solo un club bien valorado en la zona, ahora somos un campo reconocido a nivel internacional gracias a este evento.
Esta la segunda vez acogiendo el Open de España Femenino. ¿Se contempla una sede fija? ¿Cómo influye esto en la estrategia a largo plazo del club?
No está entre los objetivos inmediatos convertirse en una sede fija del torneo, pero sí seguir acogiendo eventos de primer nivel. El hecho de que el circuito haya querido repetir es señal de que el trabajo ha sido excelente. No aspiramos necesariamente a ser sede habitual, pero sí estamos preparados para seguir organizando competiciones importantes si se presentan.
El respaldo de la Junta Directiva y de su presidente, Ángel Macedo, ha sido total. Cada vez que se ha planteado organizar un evento así su respuesta ha sido inmediata: vamos a por ello.
Para esta segunda edición, la actitud dentro del equipo es diferente. El año pasado llegamos muy justos, con mucha presión y sin tiempo para disfrutarlo. Este año queremos saborearlo, disfrutar del proceso y ver cómo todo ese esfuerzo se refleja en un campo espectacular.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los socios, aficionados y visitantes?
Que todo el que no conozca Guadalhorce venga, se va a sorprender. El club ha cambiado mucho y está en plena renovación. Los socios van a ver su casa como la disfrutan cada semana, pero con jugadoras de primer nivel. Queremos que el club sea un lugar de encuentro, que vengan acompañados de familiares y amigos y que todos disfruten de esta gran fiesta del golf.
En definitiva, el Andalucía Costa del Sol Open de España Femenino regresa al Real Guadalhorce con un recorrido más exigente, una organización más sólida y un equipo que este año está decidido a disfrutar y compartir el resultado de su esfuerzo con todos los que se acerquen a vivirlo.