Durante las primeras jornadas del LPGA KEB HanaBank Championship, europeas, australianas y estadounidenses se habían alternado y disputado el liderato, mientras que las locales, las coreanas, se guardaban para dar el golpe en el momento adecuado, sin dar opción de respuesta.
Las asiáticas no estaban dispuestas a que Wie ni ninguna otra jugadora que no fuera coreana se hiciera con el trofeo. Llevadas en volandas por un numeroso público asistente Amy Yang y Hee Kyung Seo, comenzaban el asalto a la cabeza de clasificación. Ambas firmarían birdie para el empate en el 18 tras deshacerse de Wie, Kim o Pettersen que no pudieron alcanzar el ritmo impuesto por el motor asiático y las dificultades del campo.
Amy Yang era la afortunada en la disputa por la victoria en el playoff con su compatriota, obteniendo su primera victoria tras cinco años sin recompensas en el LPGA Tour, desde el Abierto de Alemania de 2008.