El Lago es también referente en la defensa del equilibrio entre el trabajo de cocina y sala, así como los valores profesionales y personales.“El Lago está especialmente orgulloso de la renovación de la estrella Michelin correspondiente a 2020 por lo que simboliza: el éxito de un trabajo constante y el compromiso con sus valores a lo largo del tiempo y el paso de las diferentes modas que se han sucedido en estas dos décadas” explica Paco García, director, creador de El Lago e ideólogo de la Alta Gastronomía de Andalucía.
La filosofía del restaurante El Lago está basada, en primer lugar, en compromiso con el territorio y los productores locales artesanos que le han llevado a ser Embajador internacional de propuestas como el chivo lechal malagueño, hasta las aceitunas aloreñas, los quesos de Málaga o el tomate Huevo de Toro.
El Lago también ha destacado por su compromiso permanente por la formación y ha sido escuela de algunos de los grandes chef de Málaga y Andalucía e inspiración de los movimientos gastronómicos más importantes del sur de España. Incluida la presentación de la Guía Michelin en Marbella hace cinco años, trayéndola por primera vez a Andalucía y rompiendo así el triángulo histórico de País Vasco, Catalunya y Madrid. Fue el arranque del boom actual de la Alta Gastronomía andaluza. Siempre con discreción y honestidad.
Actualmente El Lago trabaja para seguir innovando y marcando las claves del futuro de la Alta Gastronomía. Su propuesta es que el futuro es expresar la identidad, personalidad y exquisitez de cada territorio, después de varios años de dominio de la globalidad. Es decir, ser original como concepto que se refiere al respeto al “origen” de los productos y las tradiciones gastronómicas. La globalización de la alta gastronomía que lleva a comer lo mismo en cualquier parte no tiene sentido.
Desde El Lago se lleva realizando un trabajo muy importante de recuperación de la esencia, dando un paso atrás, queriendo recuperar los sabores que la globalización ha ido eliminando. Es como si la globalización estuviera borrando la memoria gastronómica y cultural de cada zona. También de apoyo a los productores de recuperación de variedades autóctonas, desde trigo, uvas, aceitunas, hortalizas, hasta harinas. Pues las variedades autóctonas ofrecen la expresión más auténtica del territorio. Son variedades tan olvidadas como el trigo recio de Ronda.
Más sobre la trayectoria del restaurante El Lago
El trabajo conjunto con los productores locales del restaurante El Lago empezó hace casi quince años. El Lago acababa de ganar la estrella Michelin y Paco García descubrió el delicioso chivo lechal malagueño en el mercado gourmet de La Boquería de Barcelona. En Málaga no lo había visto nunca, siendo restaurador, y eso le indignó. Una llamada a Juanma Micheo, veterinario especialista en la cabra malagueña, hizo todo los demás.
Los dos se aliaron para dar a conocer el producto al resto de compañeros de Paco García de la Alta Gastronomía de la provincia. Después llegaría también la estrategia lanzada desde el restaurante El Lago para dar a conocer el chivo lechal malagueño a los medios de comunicación.
Un trabajo que también se realizó con otros productos como la aceituna aloreña, los vinos y Aceites de Oliva Virgen Extra de Málaga, las hortalizas, el tomate huevo de toro, los quesos, las harinas o el chivo lechal payoyo. Así fue madurando El Lago y transmitiendo toda su esencia, personalidad y magia: descubrir, defender y proyectar a los mejores productores de su tierra. Los más innovadores.
Más información en www.restauranteellago.com