El Turkish Airlines Open, disputado en el Montgomerie Maxx Royal, un recorrido cómodo por la facilidad de birdie, ha supuesto un doble esfuerzo para los profesionales, ya que al igual que otros deportes, quien golpea primero, golpea dos veces y tiene más opciones de victoria. Y esta analogía pugilística era una realidad al inicio de la jornada final del torneo. Victor Dubuisson, un novato francés sin ninguna victoria en el circuito europeo, era el líder frente a nombres como Woods, Poulter, Rose o Stenson, un auténtico poker de ases.
El joven jugador de 24 años había golpeado primero con dos jornadas de 67 y 65 golpes, y su segundo gancho había sido una tarjeta de 63 golpes en el tercer día del open, una tarjeta digna de un líder en el circuito europeo.
Tener como adversarios a Woods, actual número uno del mundo y mejor jugador del año, a un Stenson buscando el doblete tras la victoria de la FedEx Cup, o un Poulter que está dispuesto a fastidiarle la plana a Stenson, con apuesta millonaria por medio, no es tener la mejor compañía cara a un final del circuito.
Dubuisson no aprovechaba el dejar hacer del Montomerie Maxx, firmando nueve pares consecutivos y sus rivales veían las puertas abiertas para un ataque directo.
Wiesberger lanzaba su ofensiva desde la mitad de la tabla obteniendo un menos ocho, Warren con un menos siete y Jamie Donaldson, ponía las cosas difíciles a Dubuisson con -22, obligando al francés a recortar un golpe al campo para forzar el desempate.
Un bogey en el 14 parecía sacudir la cabeza de Dubuisson, que pasaba del conservador juego desplegado hasta ese momento al método que lo había situado en cabeza. Se había acabado bailar por el recorrido evitando errores para lanzar directos a las banderas. Birdie en el 15, en el 17 y en el 18, dos ganchos y un uppercut al campo y a sus rivales.
Primer triunfo en el Circuito Europeo de Dubuisson con -24, por encima del segundo clasificado el galés Donaldson y su -22, o del -20 de Rose o Tiger Woods, empatados en el tercer puesto.
Alejandro Cañizares fue el mejor español finalizando en decimoctavo puesto, mientras que Rafael Cabrera-Bello, con un 68, ascendió hasta la trigésimo sexta plaza.