Hay tranquilidad, seguridad y confianza en las palabras de las jugadoras del equipo europeo de la Solheim Cup que comienza el próximo sábado en Toledo, Ohio, aunque ellas son plenamente conscientes de la ardua tarea que afrontan. Ganar en suelo estadounidense no es tarea fácil, y hay quienes hacen de menos al combinado continental dirigido por Catriona Matthew a causa de la abundancia de jugadoras que se estrenan en la competición, pero baluartes como Melissa Reid o Carlota Ciganda consideran que este equipo está a la altura de los mejores de la historia. Así lo dejó patente la española en la rueda de prensa que compartió con las danesas Emily Pedersen y Nanna Koerstz Madsen.
“Creo que contamos con un gran equipo, una mezcla de veteranas y novatas que nos aportan la energía que necesitamos. Y novatas es un término engañoso, porque son magníficas golfistas que llevan jugando de maravilla todo el año. Es el mejor equipo que Europa puede presentar y estamos muy contentas. Nos lo pasamos bien dentro y fuera del campo, y esa va a ser la clave esta semana”, recapitulaba la navarra.
Los galones que le otorgan sus cinco (con esta) Solheim Cups disputadas y la garra que siempre le ha caracterizado le permiten valorar una de las situaciones más peliagudas de esta competición: el tee del 1. En Inverness Club, además, las salidas del 1 y del 10 están pegadas y rodeadas de gradas, con lo que se convertirán en una auténtica caldera en ebullición.
“Habrá mucho ruido y muchos fans estadounidenses. Creo que es genial que estén esas calles así dispuestas. El tee del uno en la Solheim Cup es muy especial. Hay que vivir el momento y disfrutarlo. Todas nos vamos a poner nerviosas, pero es importante disfrutar del momento”.
Al margen de la curiosidad de estas salidas, Carlota Ciganda también tuvo tiempo para analizar una histórica sede que ha albergado numerosos grandes y un gran número de campeonatos estadounidenses organizados por la USGA.
“Es un gran campo de golf. Creo que va a estar complicado, muy firme, seco y rápido, ya que no se espera que llueva. Será parecido a jugar un grande, ya que si fallas el green cuesta mucho recuperar. Hay que coger greens y dejarte oportunidades de birdie… aunque en última instancia se trata de match-play y has de ganar a quien tengas enfrente”, explicaba la española.
La situación actual ha provocado que Carlota Ciganda afronte esta competición de manera distinta a las cuatro Solheim Cups que ha jugado hasta la fecha, ya que a su lado no estará su familia ni contará con el apoyo del público europeo.
“Solo hemos venido mi novio y yo. A mi familia le hubiera encantado venir, pero no hemos podido conseguir los permisos necesarios para que viajen y a mucha gente le ha pasado lo mismo. Es una pena no tenerlos aquí ni tampoco contar con fans europeos por el cierre de fronteras por el covid. En cualquier caso, llegamos con ganas de pelear. Sabemos que nos ven desde casa y que todos nos apoyan. Vamos a darlo todo para ganar esta semana”, añadía Ciganda.
Pese a las dificultades, y recurriendo al tópico, la navarra tiene esta cita marcada en rojo en el calendario y confía en las posibilidades de su equipo.
“Me encanta la Solheim Cup. Es mi semana preferida del año. Me encanta jugar por Europa, por el equipo, por la copa. Me encanta el ambiente, ya sea dentro del vestuario, fuera o jugando. Este año habrá muchos aficionados estadounidenses y no va a ser fácil, pero nos esforzaremos y competiremos al máximo. Creo que tenemos uno de los mejores equipos europeos de la historia”, agregaba Ciganda. “Todas están jugando muy bien. En el Open Británico, cuatro de las chicas quedaron entre las cinco mejores y se nota. Todas jugamos en Estados Unidos y eso es importante, sobre todo en esta edición que se disputa aquí. Todas jugamos en el LPGA contra las mejores, y eso hace que te superes porque te enfrentas a campos difíciles y a las rivales más duras”.
Para acabar, y aunque en el mundo del golf se considera que anticiparse es un pecado mortal, a Carlota Ciganda no le importó mirar hacia el futuro para opinar sobre la edición de la Solheim Cup que por primera vez se jugará en Finca Cortesín (Costa del Sol, Andalucía) en 2023.
“Estoy muy ilusionada. Tener una Solheim en España, en Andalucía, es increíble. Estoy muy feliz de que se haya hecho realidad. Me encantaría estar en ese equipo y ganar allí la Solheim para todos, para España y para Europa. Para nuestro golf es una maravilla saber que podemos organizar torneos de esta magnitud. España es uno de los mejores países, en todos los sentidos, y ojalá todo salga bien y que Europa gane esa copa.