¿Se volverá a ver un trío español defendiendo los colores de Europa en la Solheim Cup? Beatriz Recari, miembro de ese legendario grupo, no tiene ninguna duda: “Estoy convencida de que no tardaremos en volver a ver a tres españolas en el equipo europeo de la Solheim Cup, porque estoy segura de que la próxima edición, la primera que se jugará en España, va a provocar un tsunami de interés por el golf femenino y va a animar y motivar a las jóvenes golfistas. De esa manera, en el futuro, seguro que habrá diez o veinte jugadoras españolas en lo más alto de los circuitos profesionales”.
La Solheim Cup de 2013, disputada en Colorado, EE.UU., coincidió con una de las mejores temporadas de la jugadora navarra, en la que ganó dos torneos en el LPGA: “2013 fue un año muy bueno para mí, conseguí dos victorias y el colofón a esa temporada fue jugar la Solheim Cup, a la que no fui con unas expectativas especiales, sabía que iba a ser una experiencia totalmente distinta y nueva, así que sólo me centré en vivir el ambiente, manejar la responsabilidad y controlar los nervios. Es una semana completamente diferente a cualquier otra del circuito”.
Beatriz Recari fue una de las seis “rookies” del equipo, junto a Carlota Ciganda, las inglesas Jodi Ewart Shadoff y Chalie Hull, la alemana Caroline Manson y la italiana Giulia Sergas. Sin embargo, tuvo un brillante debut de la mano de Suzann Pettersen, la capitana del equipo europeo de la Solheim Cup 2023: “Tengo un recuerdo muy especial de mi primer partido, en el que formé pareja con Suzann Pettersen. Siempre tuve mucho respeto por Suzann como jugadora, así que debutar de pareja con ella fue algo fantástico. Creo que no pude tener mejor compañera, estuvo muy pendiente de mí, apoyándome y ayudándome, y ganamos nuestro primer partido de Foursomes ante Brittany Lang y Angela Stanford por 2 y 1. Sin duda, para mí, fue el debut soñado”.
Con ese comienzo, no es de extrañar que la capitana europea, Liselotte Neumann, volviera a confiar en la dupla hispano-sueca para los Foursomes del día siguiente. Pero en esa ocasión, las estadounidenses Brittany Lang y Michelle Wie se impusieron por 2 y 1.
Y ese mismo día, por la tarde, Beatriz Recari jugó con la francesa Karine Icher en los enfrentamientos Fourball. Enfrente tuvieron a Morgan Pressel y Kristie Kerr, una de las parejas estadounidenses más experimentadas. A pesar de ello, lograron imponerse por 2 up.
“Creo que no pude tener mejores compañeras. Tanto Suzann Pettersen como Karine Icher fueron unas compañeras espectaculares y el ambiente que vivimos fue fantástico. Bien es cierto que me hubiera gustado formar pareja con Azahara o Carlota, pero los emparejamientos fueron así y creo que tuve mucha suerte al jugar con ellas”.
Antes de los enfrentamientos individuales del último día, los números de Beatriz Recari en su debut en una Solheim Cup no pasaban desapercibidos: tres partidos, dos victorias, una en Fourball y otra en Foursomes, y una sola derrota.
“De ambas modalidades, prefiero los Foursomes porque siempre me han gustados los desafíos. Es verdad que en estos partidos tienes mucha más responsabilidad, porque si falla una, fallan las dos, pero me gusta. En cambio, los partidos Fourball son más cómodos, siempre tienes a tu compañera como ayuda”.
La jugadora de 35 años también recuerda los nervios que se viven en el instante de salir del hoyo 1: “Es un momento que no se pude comparar con ningún otro en golf. Cuando juegas habitualmente, lo haces por ti y tus aciertos o errores repercuten sólo en ti, pero en la Solheim Cup es totalmente diferente, ya que juegas para un equipo, representas a Europa y tienes a millones de personas viéndote, y por eso, sientes una responsabilidad mucho mayor. Afortunadamente, pude controlar los nervios en el momento de dar mi primer golpe”.
Finalmente, en su enfrentamiento individual, Beatriz Recari terminó redondeando una Solheim Cup para enmarcar, al derrotar a Angela Stanford, que será vicecapitana en la Solheim Cup 2023, por 2 y 1, y poner su granito de arena en una gran victoria a domicilio de Europa por 18 -10: “Angela fue muy correcta y respetuosa. Yo, en los partidos, siempre iba muy concentrada, así que apenas hablamos, pero aunque a nadie le gusta perder, se comportó con mucha elegancia”.
En resumen y echando la vista atrás, Beatriz Recari recuerda aquella Solheim Cup como “una gran experiencia”. “En general, llegué a la Solheim Cup de 2013 con buenas sensaciones y me siento muy orgullosa de haber podido manejar mi inexperiencia y haber conseguido tres puntos de cuatro. En la Solheim Cup es importante centrarte en aportar lo máximo al equipo durante esa semana. Si vas con ideas individuales, cometes un error. Tienes que intentar conseguir el punto por el que estés jugando. Eso es lo más importante”.