Bubba Watson ya sabe lo que es jugar y ganar en National Augusta. Y en cierta forma, le tiene cogida la medida a un campo en el que ser zurdo es una ventaja, ya que la mayoría de golpes se dibujan de derecha a izquierda por lo que deben abrir la bola, la mejor manera de llegar a esos greenes duros y rápidos. Y no podemos olvidar las virtudes del norteamericano: potencia desde el tee y amplitud de juego, pero tampoco debemos obviar su capacidad de complicar un golpe o visitar partes del recorrido prácticamente impracticables, algo que comparte con el también zurdo Mickelson.
Bubba no contiene su juego, ni siquiera en el Masters de Augusta. Si dos palabras pueden definir su modo de juego podrían ser potencia y ambición. Su juego basado en la fuerza con el drive y los hierros le ha funcionado hasta ahora, pero también ha sabido ir adaptándose en cada situación. Ya lo hizo en 2011 para enfundarse la chaqueta verde tras imponerse desde el tee y simplificar el juego en un recorrido tan complejo. Jugando cada golpe sin prever el siguiente.
Entregando una tarjeta de 68 golpes en la segunda jornada, se sitúa como líder con menos siete. Su primer error en 2 días llegó tras veintisiete hoyos disputados, a lo que supo reponerse con cinco birdies consecutivos. El segundo clasificado, John Senden, está a tres golpes del bombardero zurdo, mientras que Adam Scott, junto a Jordan Spieth, Jonas Blixt y Thomas Björn se encuentran a cuatro golpes del líder.
La representación española se ha visto reducida para el fin de semana en Augusta. Si bien Gonzalo Fernández-Castaño ha sabido reponerse de lo acontecido en la jornada inaugural sacar al campo tres golpes que le valen para estar en ladecimoquinta plaza al par, el resto de españoles vieron como su no eran capaces de sacar partido a sus golpes. Jiménez firmaba 76 golpes para caer hasta la trigésimo séptima posición (+3) y José María Olazábal conseguía superar el corte y se sitúa en el 74º puesto con más cinco. Las expectativas despertadas después del inicio de temporada de Sergio García que hizo pensar en una buena actuación del castellonense se evaporaron al finalizar la jornada con 75 impactos y no superar el corte.