Nunca estaré suficientemente agradecida a Víctor Melián y a Javier Suárez por contar conmigo e incluirme en la organización de la visita de Arnold Palmer a Madrid en diciembre del 2010, con motivo de la presentación de su línea de ropa y complementos en España a través de su empresa Bay Hill Spain S.L.L. Compartí dos intensas jornadas junto a una leyenda, que jamás olvidaré.
A pesar de sus 81 años, Palmer cumplió un apretadísimo programa -rueda de prensa además de 14 entrevistas individuales, almuerzo en el Madrid de los Austrias, almuerzo con profesionales de golf españoles, cenas con personalidades, audiencia con autoridades locales, visita al Bernabéu…- siempre con buena cara, su mejor sonrisa, con gran sentido del humor y mucho guiño de ojos.
Me impresionó su actitud durante la tarde que pasamos encerrados en un salón del Hotel Westin Palace atendiendo a las 14 entrevistas individuales. Durante tres horas y media respondió una y otra vez a las mismas preguntas sin dar muestras de cansancio, aburrimiento o impaciencia; muy al contrario, dedicó su mejor sonrisa a cada uno de los entrevistadores posando para todos con los pulgares en alto, su principal seña de identidad. Cada vez que yo le mostraba mi admiración y pedía perdón por lo repetitivo de las preguntas, él respondía: “No te preocupes, es parte de mi trabajo y lo tengo asumido; me esfuerzo en demostrar a cada uno que la suya es la mejor entrevista que me han hecho en toda mi vida”, sonreía y me guiñaba un ojo.
Disfrutó y nos hizo disfrutar de cada momento de su visita a Madrid y sólo nos pidió dos cosas: que le dejásemos descansar y “dormir un poco de siesta” (aprendió la palabra en castellano y nos guiñaba un ojo cada vez que la repetía), y que nos saltásemos el protocolo en almuerzos y cenas porque él siempre quería sentarse junto a Kit, su segunda mujer: “Es un regalo que me ha hecho la vida y no quiero separarme de ella, espero que lo entendáis”.
La presentación de su línea de ropa junto a Víctor Melián y Javier Suárez el 10 de diciembre en el Hotel Westin Palace fue muy emocionante, ya que no sólo asistieron medios de comunicación sino también profesionales de golf, empresarios, responsables de federaciones, presidentes y gerentes de campos y clubes, así como varios admiradores llegados de Barcelona, Albacete, Burgos, Málaga, Salamanca y Santander, que le dedicaron un larguísimo y sentido aplauso antes de comenzar su alocución.
Madrid, 10 de diciembre de 2010
Arnold Palmer: “Me he alegrado mucho de volver a España y reencontrar amigos que conocí hace mucho tiempo. Soy muy mayor pero tengo la inmensa suerte de seguir disfrutando de todo lo que hago, y aquí me tenéis pasando unos días estupendos con mis nuevos socios españoles, Víctor Melián y Javier Suárez”.
Constitución de IMG: “Como sabéis, Mark McCormack y yo fundamos IMG dándonos la mano; mi padre, que era profesional de golf, me enseñó a hacer las cosas de ese modo. Íbamos a constituir la compañía y Mark me dijo que prepararía un contrato, a lo que me negué. Le dije: ‘mírame a los ojos y démonos la mano’, y así fue como empezamos a trabajar juntos”.
El paraguas: “Buscábamos un logotipo para la empresa y todos los que se nos ocurrían relacionados con golf estaban ya registrados. Un día lluvioso teníamos una reunión en un hotel en Pensilvania y, justo cuando yo iba a salir a la calle, llegaba un coche del que se bajó una señora con un paraguas multicolor y pensé: ‘¡un paraguas, cómo no se nos había ocurrido antes! Cada color representa a una de nuestras distintas empresas: ropa, diseño de campos, material…”.
Estilo: “El estilo de mi ropa es relativamente tradicional, aunque estamos introduciendo algunas variaciones en el diseño del cuello de los polos para adaptarnos a lo que ahora quieren llevar los más jóvenes. Es ropa cómoda, de colores lisos y claros”.
Familia: “Tengo una gran familia. Mi primera mujer, Winnie, murió de cáncer en el 99 y para mí fue el momento más triste de mi vida. Tuvimos dos hijas, ellas y sus maridos me ayudan y trabajan en los negocios de la familia y me han dado seis nietos y cuatro bisnietos. Me casé con Kit en 2005 y ella ha aportado tres hijos y ocho nietos. Mi nieto Samuel Palmer Saunders es profesional de golf y no lo tiene fácil; trabaja mucho pero hoy en día es difícil llegar arriba”.
Open de España 1975: “En el 75 vine a jugar el Open de España a La Manga Club ¡y lo gané! Tenía que hacer eagle en el último hoyo para ganar y lo conseguí. Tengo muy buenos recuerdos de La Manga Club, un gran campo, y de aquel torneo. Me invitó a jugar Greg Peters, su dueño, que era un tipo muy simpático y amigo de Mark McCormack”.
Ballesteros, García, Olazábal: “La última vez que vi a Seve jugamos juntos en Bay Hill, yo disfrutaba mucho jugando con él. Me entristece lo que le ha sucedido y le deseo lo mejor y una pronta recuperación. España ha dado muy buenos jugadores, estoy convencido de que Sergio García lo hará extraordinariamente bien, tiene que olvidarse de ciertas cosas y centrarse en el juego, y llegará lejos. A Olazábal le tengo mucho cariño, es una gran persona y un caballero, él siempre dice que una de las mejores vueltas de su vida fue un 66 que hizo en Bay Hill en un día muy difícil con mucho viento”.
Campos de golf y nuevos materiales: “He diseñado más de 300 campos por todo el mundo, en Estados Unidos, Latino América, Japón, China, Indonesia, Filipinas… Ahora se está poniendo la cosa difícil; en mi época jugábamos campos de unas 6.000 / 7.000 yardas y ahora los piden de más de 7.600.
“No sé dónde vamos a llegar y esto es lo que me da miedo respecto al golf. Habría que reducir un poco la velocidad de la bola. Hay que continuar investigando; los nuevos materiales -grafito, titanio…- hacen el juego un poco más fácil, pero debemos tratar de mantener su esencia. La gente debe disfrutar del golf en familia, y también hay que pensar en los profesionales, aunque siempre respetando la esencia del juego. Yo he tenido algo que ver en las decisiones sobre las nuevas estrías, he participado en reuniones con el R&A y la USGA. Se debe llegar a un acuerdo con los fabricantes porque, si no lo paramos, ¿hasta dónde vamos a llegar?”.
Las nuevas generaciones y los valores del golf: “Algunos jóvenes ven el golf simplemente como algo económico y eso me entristece. Cuando me hice profesional mi padre me dijo: “si quieres ser alguien y llegar a algo tienes que jugar el Open Británico”, bueno, mejor dicho ‘el Open’, que es como nosotros lo llamamos. Viajé a Europa y lo gané dos veces.
“Hay que enseñar a los más jóvenes que el golf puede ser su profesión, su medio de vida para ganar dinero, pero ante todo deben respetar las tradiciones y valores de este deporte. El golf es demasiado importante y las tradiciones y valores que conlleva han contribuido a engrandecerlo todavía más, eso debería ser lo principal para los jóvenes y no simplemente ganar millones de dólares”.
Dwight Eisenhower: “Eisenhower es la persona que más me ha impresionado en mi vida, era un gran hombre, una excelente persona, muy positivo y un gran conversador. Nada más ganar el Masters de Augusta del 58 me llamó un amigo y me dijo que el Presidente quería jugar conmigo al día siguiente. Jugamos y nos hicimos grandes amigos. Pasábamos mucho tiempo juntos, disfrutamos de grandes momentos y hablábamos de todo, de lo divino y humano, de la guerra, de todo… Estuvimos con él en el hospital el día antes de su fallecimiento. Mi mujer no sabía qué regalarme por mi 37 cumpleaños y le llamó para darme una sorpresa; vino a verme y me trajo un cuadro pintado por él que guardo como el mejor de mis tesoros.
“He jugado al golf con casi todos los presidentes de Estados Unidos, con Clinton, los Bush, Ford (¡el mejor sitio para que no te diese su bola era el centro de la calle!)…”.
Un swing, un estilo: “Yo intento inculcar a mi nieto, el que es profesional de golf, que desarrolle su propio swing, su propio estilo. Hoy en día todos los jóvenes tienen el mismo swing, muy mecánico, y hay que explicarles que deben tener su propio estilo. Si te fijas en los vídeos y fotos de Bobby Jones, Ben Hogan, Walter Hagen, Gene Sarazen, Jack Nicklaus…, cada uno tenía su estilo completamente distinto del otro. El swing es algo individual, personal e intransferible y no todos deben ser iguales y mecánicos. Tiger Woods también tiene su propio estilo”.
Fotos: Luis Corralo