El Estrella Damm NA Andalucía Masters que comienza mañana en el Real Club de Golf Sotogrande, es, sin duda, una de las grandes citas del final de temporada del DP World Tour, pero si hay un jugador que tiene la fecha bien marcada en su calendario es Ángel Hidalgo. El flamante ganador del Open de España guarda grabada a fuego en su memoria la edición de 2022, en la que se aseguró la tarjeta del circuito gracias una épica actuación.
Hace solo un par de años, el malagueño disputó el Estrella Damm N.A. Andalucía Masters apurando sus últimos cartuchos para conseguir los derechos de juego del DP World Tour y solo le valía terminar entre los primeros puestos para conseguirlo. Líder tras la segunda vuelta gracias a una tarjeta de 63 golpes, Hidalgo fue capaz de manejar la presión y, apoyado por familiares y amigos, finalizó el torneo en cuarta posición con la tarjeta en el bolsillo.
Fue un paso tan importante en su carrera, que no duda en ponerlo un peldaño por encima que su reciente victoria en el Open de España, su primer título del DP World Tour.
“El Estrella Damm Andalucía Masters es muy especial para mí porque me dio el impulso definitivo. La victoria te da un estatus diferente, pero conseguir la tarjeta fue incluso más importante. Solo yo puedo entender lo que viví en esos dos momentos y por eso los igualo mucho. El EDAM fue el torneo en el que di el salto para jugar en el Tour y por eso lo pongo un escaloncito por arriba”.
Hidalgo disfruta recordando esos dos momentos tan dulces en su carrera, que saborea aún más después de sus duros comienzos como profesional.
“Fue muy duro. Los buenos resultados que había conseguido como amateur se convirtieron en una losa porque lógicamente tenía expectativas muy altas. En la escuela del Tour no conseguí pasar la PQ3, me fui al Alps y en los diez primeros torneos creo que fallé siete cortes. Ahí te das cuenta de que ya no eres amateur, este es tu trabajo y si no lo haces bien, no puedes competir. Me estaba dando contra una pared y hasta que no me di cuenta de que tenía que empezar de cero, no fui capaz de arrancar”.
Ni en los peores momentos Hidalgo pensó en tirar la toalla.
“No sé hacer otra cosa, era esto o esto. Cuando solo tienes una opción le pones muchas más ganas, das el 120 por ciento. Incluso cuando las cosas han ido muy, muy mal, no pensé dejarlo”.
Esta semana jugará de nuevo rodeado de amigos y familiares, por lo que llega con muchas ganas de volver a redondear una semana redonda.
“Estoy en mi tierra, en un campo en el que entreno de vez en cuando y es muy especial. Jugar en casa añade presión evidentemente y más después de ganar en Madrid. Puede ser bueno si soy capaz de convertirlo en algo positivo, el problema es si ocurre lo contrario, eso lo sabré el domingo”.
Aunque el primer triunfo en el Tour ha multiplicado su confianza, sabe que una victoria se cocina a fuego muy lento.
“Salgo a competir con ganas de llevarme el torneo, pero otra cosa es pensar ya el jueves que vas a ganar. He sido capaz de hacerlo, me lo creo, pero un torneo es muy largo. Si el domingo soy capaz de estar a 9 hoyos con opciones, es que estoy jugando suficientemente bien como para ganar. Salir el jueves realmente convencido de ganar solo lo hace uno de los que está aquí, y ese es Jon”.
Con la tarjeta bien asegurada, Hidalgo se plantea nuevas y mejores metas, como el salto al PGA Tour la próxima temporada o la Ryder Cup.
“La Ryder es mi sueño desde niño, después de la victoria se abre una posibilidad que nunca había estado en la mesa. Ojalá pueda seguir jugando bien y demostrar que merezco estar en ese equipo”.
Unas metas ambiciosas a las que puede acercarse con otra actuación sobresaliente en el Estrella Damm NA Andalucía Masters. El reto empieza mañana a las 9,35 en el tee del 10 del Real Club de Golf Sotogrande junto a nada menos que Jon Rahm y Rasmus Højgaard.
“Nunca había jugado con Jon y ahora en tres semanas voy a hacerlo un mínimo de tres días. Con Rasmus Højgaard he jugado mucho de amateur y lleva una carrera espectacular, seguro que estará en las próximas Ryders con su hermano”.