Ángel Hidalgo, un jugador imprevisible

En esta entrevista, repasamos su trayectoria desde sus inicios, analizamos su memorable victoria en el Open y exploramos sus ambiciones de futuro en un deporte donde la precisión y la mentalidad son clave. ¿Qué significa este triunfo para él y hasta dónde aspira llegar? Ángel nos lo cuenta en primera persona.

EDAM24 Ángel Hidalgo

Ángel Hidalgo es, como él mismo se define, un jugador imprevisible. El marbellí ha finalizado una temporada de ensueño en la que no olvidará nunca el 29 de septiembre de 2024, día en que celebró la victoria en el Open de España tras un legendario desempate contra Jon Rahm y su primer triunfo en el DP World Tour.

¿Cómo comenzó tu pasión por el golf y quién te inspiró para iniciarte en este deporte?

Pues mi bisabuelo el que empezó haciendo de caddie en Las Brisas y en Aloha Golf. Luego fueron mi abuelo y mi padre los que empezaron a practicar en la Escuela del Ángel, en pleno Valle del Golf de Marbella, que era donde vivía mi familia. Yo iba a verlos y me sentaba en el cubo de bolas, ahí empezó mi carrera como golfista. (ríe)

¿Y cuándo decidiste que el golf sería tu medio de vida? ¿Hubo un punto de inflexión?

 Hombre, pues yo pensaba que mi último año de amateur. Lo único que luego, el primer año de profesional fue muy duro, jugué realmente mal. Entonces empecé a replantearme muchas cosas. No sabía si había sido una buena decisión pasarme a profesional, si debería haberme ido a estudiar a EE. UU Mi último año como amateur fue realmente duro, aunque, por suerte, luego las cosas se enmendaron.

Dejando a un lado los triunfos, ¿cuál ha sido el momento más especial de tu carrera profesional?

Sin duda el torneo de Valderrama cuando saqué la tarjeta. Incluso te diría que no sé si al nivel o por encima del Open de España. Para mí tiene más valor, ya que gracias a ese torneo llevo tres años en el DP Tour y sin eso no hubiera venido todo lo demás.

La de 2024 ha sido una temporada fantástica. ¿Cómo ves la siguiente?

Sí, la verdad que hemos puesto el listón alto. Es verdad que el final de temporada ha sido agridulce, he llegado sin gasolina y no he jugado como me hubiera gustado. Mi objetivo esta temporada era pasar más cortes y darme muchas más opciones los domingos. Creo que ese ha sido un objetivo que no he conseguido cumplir este año, quitando, evidentemente, Madrid, ya que solamente he hecho tres top ten esta temporada.

¿Cómo te definirías como jugador?

Impredecible.

¿Qué parte de tu juego es tu mayor fortaleza?

La solidez desde el tee. Eso es algo muy importante en el Tour porque los campos son cada vez más estrechos y largos y tienes que coger calles.

¿Cómo es tu rutina de entrenamiento diaria?

Depende de cómo me encuentre. Hay días que me encuentro un poco mejor y entonces sé que me puedo dar más caña y hay otros días que igual no me encuentro bien y los entrenamientos son un poco más light. Priorizo el descanso y el estar bien.

¿Qué aspecto de tu juego estás intentando mejorar actualmente?

 Estoy trabajando en varios. Evidentemente en ganar velocidad de palo para poder pegar más fuerte con el drive, siempre he tenido el problema de que el palo en la bajada se me queda un poco detrás y me cuesta ponerlo enfrente para poder encarar mejor la pelota. Básicamente es en lo que estoy trabajando.

¿Qué importancia le das al estado físico y mental? ¿Qué porcentaje le das a cada uno?

No soy el jugador físicamente mejor dotado, ni que más vaya al gimnasio. Es verdad que eso es algo que quiero cambiar para esta temporada 2025 porque es un paso muy importante para poder conseguir muchos de los objetivos que queremos.  Ahora mismo el nivel físico es muy alto en el golf y hay que estar muy bien preparado, pero también es verdad que cuando estás arriba la cabeza manda mucho y por suerte creo que la tengo bien amueblada.

Hablando de lo mental, ¿trabajas con algún psicólogo o con un coach deportivo? ¿Cómo te preparas mentalmente para la competición?

No tengo psicólogo y la verdad, no me preparo de ninguna forma. Sé de muchos jugadores que tienen psicólogos y coachs mentales y, bueno, evidentemente todo ayuda, aunque yo de momento no lo he utilizado. Me gusta la forma en la que pienso en el campo, me gusta como manejo los nervios, como manejo los malos golpes y momentos y en ese sentido estoy bastante cómodo y no lo entreno. Creo que al final es la experiencia de tantos años de amateur y los primeros años de profesional es la que te curte. Volver a vivir lo que has vivido tantas veces, conocerte a ti mismo y saber lo que te puede pasar, a mí me ayuda a gestionar los momentos de tensión y por suerte en eso la verdad es que estoy bastantes cómodo.

¿Tienes algún torneo preferido?

Hombre, ahora Madrid. (ríe)

¿Qué ha significado para ti esta victoria?

El Open de España no es una victoria cualquiera, no es con todos los respetos, ganar el Open de Sudáfrica que al final, para un sudafricano, sí significará mucho, o para un francés el Open de Francia. Para mí ganar el abierto de tu país es lo máximo y, además, el último día con un desempate contra Jon Rahm, para mí el mejor jugador de los últimos 30 años, junto con Sergio García. No cambio ese momento por nada en el mundo.

Tu familia se ve que te apoya mucho. ¿Qué significa para ti tener ese apoyo?

Es fundamental. Por suerte vengo de una familia en la que el golf es lo de cada día. Mi padre es profesional, mi hermano también juega y estudia con una beca deportiva en Estados Unidos y mi madre es la que nos sigue a todos. Esto hace que puedas hablar y transmitir lo que sientes en el campo, y que te entiendan es clave.

¿Le das muchos consejos a tu hermano Pablo?  

Sí, sobre todo cuando viene a España y entrenamos juntos. Pablito juega muy bien al golf, pero somos bastante diferentes y sabe que en todo lo que necesite voy a estar apoyándole. Lo que más le digo que es disfrute lo máximo de la experiencia en Estados Unidos y lo demás el tiempo lo dirá.

Se te ve muy unido a Win Vicente, tu actual caddie, ¿tenéis una relación muy especial?

Win para mí es mi mano derecha y mi mano izquierda, es mi mejor amigo, es mi hermano mayor, lo es prácticamente todo, somos un equipo increíble. De hecho, creo soy el único jugador del Tour que comparte habitación con su caddie. Somos como una pareja. (ríe)

Win también ha sido profesional y ha ganado torneos del Alps Tour y esa visión es muy valiosa para mí. Cuando estás bajo presión y tienes dudas, sé que me va a decir cuál es mi mejor opción, y muchas veces no coincide con la mía. Su opinión es clave.

La vida de un jugador profesional de golf parece muy bonita desde fuera, pero ¿qué es lo que llevas peor?

Sin duda, los viajes y el estrés de los aeropuertos. Para mí son matadores, porque al final siempre pasa algo, o se retrasa el avión, o pierdes la escala, o no te llegan los palos. En fin, todos los trabajos tienen su parte regular.

Después del Open de España, ¿ha cambiado tu exposición mediática?

Estoy haciendo muchas más entrevistas de las que hacía antes, muchas más llamadas, muchos más compromisos, pero al final supongo que es normal.  De pequeño un entrenador que tuve en la selección andaluza, Iván Hurtado, me dijo que el golf es un circo y hay que saber utilizar los malabares para sobrellevar el circo. Al final no sólo es solo jugar al golf, hay que lidiar con todas las demás cosas y la verdad es que no lo llevo mal.

En el Campeonato de profesionales de España femenino has hecho de caddie de Clara Moyano. ¿Qué tal la experiencia?

Bien, la verdad que no es la primera vez que lo hago, ya lo había hecho antes para Noemí Jiménez en algún Open de España. Siempre es un placer ayudar a los amigos y ponerte en el papel de caddie te ayuda a tener distintas visiones del juego.

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