Rory McIlroy, desafortunado en amor… Número 1 en el Golf

Rory McIlroy (Holywood, Irlanda del Norte, 4/5/1989) cancelaba su boda a pocos metros del altar con la tenista Caroline Vozniacki, y en poco más de dos meses, se convertía en el número 1 del mundo.
Las invitaciones de boda estaban enviadas. Tras algún que otro problemilla en las redes sociales y tras anunciar su compromiso el pasado mes de enero, la boda entre el golfista irlandés Rory McIlory y la tenista Caroline Vozniacki era ya una realidad. El que era a mediados de junio el número 10 del Ránking mundial le había pedido matrimonio a la tenista danesa, que llegó a ser número 1 del mundo de la ATP y que ahora es la número 10 (¿inversión de valores?) tras los fuegos artificiales del Año Nuevo en la capital australiana de Sydney.

foto: Warren Little
foto: Warren Little

Quizá fueron las luces de los Fuegos sobre el Sydney Harbour Bridge los que nublaron la mente de Rory o pensó que estaba de moda que tenistas de élite y golfistas de renombre se unieran en romántica peregrinación por las “canchas” del mundo (Norman-Evert; García-Higgins)… quizá fuera un montaje, quizá fuera amor. Lo cierto es que su amor fue público desde el minuto uno en las redes sociales, a las que los dos son muy aficionados, a veces con no muy acertadas fotos y comentarios.

foto: Darren Carroll
foto: Darren Carroll
Y mientras la carrera de ella seguía en progresión aritmética hacia arriba, la de él seguía la misma progresión pero hacia abajo. Desde que firmara con la marca Nike, la misma de Tiger Woods, en enero de 2013, el golfista irlandés no daba pie con bola. Su última victoria había sido (hasta ese momento) en 2012, en el DP Campeonato del Mundo de Dubai y el 2013 lo pasó en blanco, aunque hizo cuatro Top Ten (8º en el WGC Cadillac Championship y en el PGA de Estado Unidos; sexto en el WGC – HSBC Championship y quinto en el DP Campeonato del Mundo de Dubai).
Los medios de comunicación se felicitaban con el compromiso que podría poner estabilidad en la vida del joven irlandés y volver a recuperar tanto talento perdido. Un matrimonio que sin duda iba a ser también muy mediático y que parecía que iba a dar sus frutos con la segunda posición de Rory en el primer torneo de la temporada el Abu Dhabi HSBC Golf Championship el 19 de enero.
Pero he aquí que el juego de Rory seguía sin convencer, y pese a los rumores de crisis en la pareja se lanzaron las invitaciones de boda. Pero para sorpresa de todos, y supongo que la mayor sorprendida fue la propia Vozniacki, tan sólo unos días después de enviar las invitaciones de boda, Rory, que a primeros de mayo cumpliera 25 años, anuncia a finales de junio que rompe su compromiso con la tenista, explicando que no se sentía preparado para el matrimonio.

“El problema es mío. Las invitaciones de la boda enviadas el fin de semana me hicieron darme cuenta que no estaba listo para todo lo que implica el matrimonio. Deseo a Caroline toda la felicidad que se merece y le doy las gracias por los buenos momentos que hemos pasado”, comunicó el deportista.

“No hay una manera correcta de terminar una relación que ha sido tan importante para dos personas”, afirmó el doble ganador de dos Grandes (hasta ese momento, Open de Estados Unidos en 2011 y PGA USA en 2012), en un comunicado publicado en la víspera del BMW PGA Championship en Wentworth, torneo que por cierto ganó, después de un año en blanco. Rory explicaba en el torneo londinense que quería centrarse más en el golf.

McIlroy-David-W¿Fue casualidad? No. Lo resultados posteriores parece que le han dado la razón al que dos meses después es de nuevo número 1 del Ránking de Mundo tras haber ganado tres torneos consecutivos. Y no han sido tres torneos cualquiera.
Tras la victoria en Wentworth llegó su triunfo incontestable (66 66 68 71 -17) en el Open Británico de Hoylake, uno de los Grandes que le faltaba y teniendo por detrás nada menos que a Ricky Fowler (67 para acabar el torneo) y Sergio García, que pese a un estupendo 66 en la jornada del domingo, nada pudo hacer por desbancar a su compañero de Ryder Cup.
Casi sin tiempo de respirar, llegó la victoria la semana siguiente en el WGC-Bridgeston Invitational que se disputaba en Akron, en “la casa” de Tiger (ha ganado este torneo en ocho ocasiones) y esta vez le robó la cartera al castellonense que pese al 61 de la segunda ronda, nada pudo contra el final meteórico de Rory (66 66) para imponerse sobre Sergio por dos golpes.
¿Quién se acuerda de la Vozniacki? Rory desde luego no y su mánager, tampoco. Ni la prensa deportiva piensa ya en ese plantón al pie del altar. Porque llegó la tercera victoria consecutiva, su cuarto torneo de Grand Slam y el segundo PGA de Estados Unidos que suma en su haber. De nuevo Rory no bajó de los ’60 durante los cuatro días (66 67 67 68, -16) y aunque estuvo en el desempate contra Phil Mickelson (actual noveno del mundo), el bogey del norteamericano en el hoyo 16 hizo ya inútil el birdie del 18, sólo para ocupar la segunda plaza en solitario sobre el sueco Henrik Stenson.
Rory ha entrado ya en las grandes páginas del golf como entró por la puerta grande del mítico estadio de fútbol del Old Trafford, inaugurando la Premier League inglesa en el primer partido de la temporada que disputaron a primeros de agosto el Manchester United, equipo que entrena Van Gaal en su primera temporada, y el Swansea. Allí realizó su “vuelta al ruedo torera”, paseando la Jarra de Plata que logró el pasado mes de julio, el único Grande que se disputa en Europa.
Y estamos sólo a unos días de la Ryder Cup, la que se disputa en Escocia por primera vez en la historia de esta competición, y Rory podría convertirse en el espíritu de esta Ryder y tomar el relevo de Seve, Olazábal o Ian Poulter.

Y a todo esto, Tiger Woods, impotente, ve cómo se le escapan los “Salmones” y se aleja del número 1 del mundo. ¿Estaremos asistiendo a un cambio de reinado?

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