Dos semanas después de su enfrentamiento deportivo en The Open Championship, Rory McIlroy ha vuelto a superar a un espectacular Sergio García en el WGC-Bridgestone Invitational para adjudicarse su primer evento WGC y recuperar el número uno del ranking mundial.
El norirlandés partía con tres golpes de desventaja del español, pero en los cinco primeros hoyos de un Firestone empapado por la lluvia que retrasó el inicio de la jornada del domingo, McIlroy se situaría dos golpes por delante del jugador castellonense. García reaccionó a tiempo y empatarían al inicio de los 9 segundos hoyos. Tras un tenso duelo, McIlroy se impuso con una vuelta final de 66(-4) y un total de -15, a dos golpes de ventaja de García, que presentaba una tarjeta de 71 golpes con un solo birdie en la jornada final, alejado de su actuación de los tres primeros días con 16 birdies.
El norirlandés fallaba con el drive en el primer hoyo, pero aprovechó un hueco entre los árboles y dejó la bola a un metro con un sensacional golpe bajo mientras Sergio hacía el par con dos buenos putts.
En el segundo hoyo, McIlroy firmaría birdie con dos putts y Sergio falló el suyo desde dos metros antes de la anécdota del día. En el 3 el drive de Sergio golpeó en el anillo de compromiso de una espectadora y se cayó el brillante. Sergio le dio una bola firmada y le pidió sus datos por si no aparecía. La piedra preciosa apareció, pero el español no pudo salvar el par desde bastante cerca. Mientras tanto, su rival metía el tercer birdie consecutivo desde más lejos y se ponía por delante.
El campo estaba receptivo ablandado por la lluvia y McIlroy lo aprovechaba para sacar al campo otro birdie desde metro y medio en el hoyo 5, y ampliaba su ventaja sobre García a dos golpes, que se vería reducido por su bogey en el octavo y un increíble birdie en el 9 del español, que empataba en -14.
McIlroy se adelantaría de nuevo con birdie en el 11, donde Sergio, que estaba un poco más cerca, fallaba.
El 15 sería el hoyo decisivo del torneo, donde el español pegó el único golpe verdaderamente malo que terminó a la izquierda de green, con una recuperación casi imposible por encima de un bunker y que terminaría como bogey en la tarjeta de Sergio. Ese bogey puso a McIlroy dos por delante a falta de tres hoyos en los que Sergio siguió peleando, para perder su última oportunidad del día en el 17 en el que el putt no le acompañó.
La victoria en Firestone no era lo único que Rory necesitaba para recuperar el número uno del ranking mundial. El título volvería a sus manos si Adam Scott terminara fuera de los cinco primeros. El australiano terminó octavo y McIlroy llegará como número uno al Campeonato de la PGA la semana que viene en Valhalla.
Al recoger el trofeo Rory McIlroy declaró: «Lo que más me enorgullece de esta victoria es que viene justo detrás del Open. Ese día dije que no quería bajar la marcha, que quería jugar al máximo hasta el final de la temporada.Estoy muy satisfecho de haberlo logrado en uno de mis torneos favoritos.»