Estados Unidos ha vuelto a imponerse a la selección de mejores jugadores internacionales no europeos para conquistar la President’s Cup 2011, disputada en el Royal Melbourne Club.
Al igual que en la edición anterior jugada en Harding Park Golf Club (San Francisco, California en 2009, Tiger Woods fue el encargado de dar el punto decisivo al equipo estadounidense para que este se alzase con su séptimo triunfo, el cuarto consecutivo. Un “Tigre” que ha demostrado haber vuelto a un buen nivel, como ya demostró en el Open de Australia la semana pasada. En esta última jornada, match play, Woods ha cerrado con seis birdies y se ha impuesto 4 a 3 al australiano Aaron Baddeley.
Si bien es verdad que el equipo de Estados Unidos iniciaba la última jornada con una cómoda ventaja de 13 a 9, más que nada por la gran desigualdad entre los equipos mostrada en los foursomes, no les ha sido tan fácil alcanzar la victoria, ya que los internacionales consiguieron igualar el resultado con cuatro triunfos consecutivos, haciendo pensar a Couple y los suyos en un nuevo descalabro como el de la Ryder Cup, un pensamiento que ya tuvieron en la primera jornada, cuanto Woods cayó frente a Adam Scott.
Los norteamericanos reaccionaron a tiempo, y las victorias del Mahan y Watney volvieron a traer la confianza y esperanza al equipo. Los internacionales, que no dieron el torneo por perdido hasta el último momento, volvieron a encontrar el camino de baldas amarillas que llevan al triunfo, rodeado por un público australiano un tanto frío y descorazonado. Pero en ese camino se han encontrado con dos veteranos como David Toms, que batió a Allenby y un magnífico Jim Furyk, que ha hecho un juego digno de mención durante todo el torneo, con un pleno total, cinco victorias de cinco partidos, algo a lo que no nos tiene acostumbrado el norteamericano lo largo de esta temporada.
Y para acabar, con la victoria ya encaminada, surgió el Tigre para lograr el punto decisivo, una vez recuperado su putt, perdido durante las jornadas anteriores, y algún consejo de Sticker a este respecto, y olvidar su primera jornada.
Victoria con la que los norteamericanos acallan las críticas de la elección a dedo del ex número uno vertidas por Greg Norman, que abandona el puesto como capitán del conjunto internacional tras las dos últimas derrotas en la Presindent’s Cup.