Zach Johnson supo recuperar en la jornada final del Hyundai Tournament of Champions su swing del sábado, jornada en la que se ponía como líder, tras el tropiezo de la jornada del domingo donde firmaba 74 golpes para completar el recorrido de Plantation Course y alzarse con la victoria.
Jordan Spieth, cabeza de clasificación al comienzo del último día cerraba su vuelta con -4 (un total de -18), sobre un campo de anchas calles y greenes muy receptivos. Webb Simpson firmaría una tarjeta con -3, en un recorrido que no ofrecía ninguna resistencia, como se pudo ver durante la actuación de Zach Johnson. Repetía sus 66 golpes para cumplir el recorrido, con tres birdies en los primeros nueve hoyos y cuatro más en su segunda vuelta, cerrando la jornada con -7 para un total acumulado de -19. El torneo tenía un nuevo campeón; un nuevo campeón que si bien no se prodiga por su expresividad hacia el público y juego-espectáculo, cumple con la técnica a la perfección. Su bola, que en la jornada anterior parecía más perdida tanto al coger la calle como en el green, volvía a caer en el sitio idóneo de la calle para un jugador que aseguró que la clave estuvo en el juego con el wedge, buscando la distancia que se le da mejor.
La victoria de Johnson fue la sorpresa de la final, pero la sorpresa y revelación fue el juego del veinteañero, Jordan Spieth, que quedaba en segunda posición con solo dos bogeys en todo el torneo, y que cerraba su intervención con dos birdies en los hoyos finales con una posibilidad de victoria que erró, ya que uno de esos birdies podían haber sido un eagle si hubiera embocado un putt desde veinte metros. Estupenda actuación de Spieth, jugador al que habrá que tener muy en cuenta a lo largo de 2014.
Foto: Stan Badz/PGA TOUR