La gaditana María Parra y el conquense David Pinza se han adjudicado la previa Lacoste Promesas, celebrada durante este fin de semana en el Club de Golf Las Pinaíllas, de Albacete, donde ha sido necesario disputar un larguísimo play-off de ocho hoyos para decidir al segundo clasificado, el valenciano Jorge Edo, quien, junto a Marta Pérez Sanmartín, formarán parte asimismo del grupo de veinte finalistas que viajarán en noviembre a La Sella.
La clasificación femenina parecía ser desde el principio cuestión de dos jugadoras: María Parra y la valenciana Marta Pérez Sanmartín. María se ha mostrado muy superior entregando una segunda vuelta de 68 golpes, nada menos que cuatro bajo el par del campo de Las Pinaíllas, presentado en magníficas condiciones aunque hoy con mayor dificultad, debido a las posiciones de bandera un tanto complicadas, dada la calidad de los jóvenes participantes.
La ganadora, vigente Campeona del Internacional del Norte de Inglaterra y una de las mejores del ranking andaluz, se ha impuesto con 139 golpes acumulados y seis de ventaja sobre Marta, la jugadora de Valencia decisiva en la victoria del equipo español en Lacoste 4 Naciones, así como en la consecución de la medalla de bronce en el Campeonato de Europa Sub 18 Femenino. Clara Moyano, Cecilia Díez Moliner y Ana Diéguez, han terminado terceras empatadas con 154.
David Pinza, uno de los mejores alumnos de la cantera de Las Pinaíllas, ha presentado un segundo parcial de 76 golpes y 151 en el total para ocupar la primera posición, mientras que Jorge Edo y Manuel García de Paredes, igualados al finalizar los 18 hoyos, han tenido que salir de nuevo al campo para disputar un interminable play-off que se ha resuelto a favor de Jorge en el dieciocho del recorrido manchego, octavo del desempate, con un birdie desde fuera de green que le ha valido una plaza en la Final Lacoste Promesas de La Sella.
David Pinza nació en Motilla del Palancar (Cuenca) hace 14 años y a los tres empezó a jugar al golf en el campo rústico de dicho municipio; siendo sus padres conscientes de lo mucho que este deporte significaba para su hijo, cuando cumplió cinco le inscribieron en la escuela infantil de Las Pinaíllas y, desde entonces, tres veces por semana recorren los 50 kilómetros que separan ambas localidades. “Hoy je jugado mejor que ayer, aunque el resultado haya sido peor. He hecho dos birdies muy buenos: en el hoyo nueve, par 5, pegando el Drive, hierro seis, y dejándola a medio metro con el pitching-wedge, y otro en el dieciséis con un putt de metro y medio. El golf me gusta mucho pero también juego al fútbol, y soy del Real Madrid”.